Opinión

El Trueno

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Domingo 2 de octubre de 2022

Hace 16 años sucedió lo mejor que me ha pasado en la vida, con el nacimiento de mi hijo. Fué en un día que no se olvida y que certificó la calidad de su ángel de la guarda.

Con Guillo he pasado momentos inolvidables y vivido anécdotas llenas de emoción y poesía. Esta es una de las más representativas de ese pasado, que me permito compartir con todos ustedes, que diariamente nos brindan el favor de su atención.

Feliz cumpleaños pollino, que Dios te bendiga siempre y todos tus sueños se cumplan. Te quiero de la tierra a la luna, dos vueltas y de regreso, nunca lo olvides.

Hace ya varios años, en el lejano 2014, mi hijo era un niñito cachetón, que pasaba mucho tiempo conmigo, por distintas razones.

Cierta tarde, yo tenia mucho trabajo. Comenzaba con mi primer blog de noticias… Guillo me dijo:

Papá, debo hacer un avioncito de papel, que sea capaz de volar. Es para una tarea, ¿me ayudas?

Admito que soy muy malo en trabajos manuales, (reprobé plastilina I y II), pero dejé lo que hacía para ayudarlo y le dije: Vamos a tratar…

Debo decir que me salió una cosa horrible, pero que al menos volaba. Mi hijo Guillermo se puso feliz y en la cola del avioncito, escribió: El Trueno.

Le pregunté a mi hijo, porque le puso ese nombre. Me respondió: Porque será el avión mas veloz que haya, Papá.

Me dio mucha ternura que mi hijo apreciara el mamotreto resultante; motivo por el que escribí esto, que ahora les comparto, porque lo hice con todo el corazón, para el amor de mi vida:

El Trueno

El Trueno, es un avioncito de papel, que construyó mi hijo Guillermo, que lleva un rayo grabado entre las alas
y vuela entre la tele y el librero

El Trueno, es un avioncito de papel que siempre llega con un giro al aeropuerto,
que despega sin necesidad de recorrer la pista y rompe records de velocidad y tiempo…

El Trueno, es un avioncito de papel que tiene un niño cachetón como piloto y dueño.

El Trueno, es un avión pletórico de amor, que lleva siempre mi corazón de pasajero…

Reitero que se trata de uno de los recuerdos más bellos que tengo con mi hijo y que quise compartir, intentando bosquejar públicamente una felicitación, con motivo de su decimosexto onomástico.

Espero que la historia haya sido de su agrado. Los mejores momentos de nuestra existencia, son sin duda, los que pasamos en familia. No lo perdamos de vista jamás.

Un beso enorme hijo y muchas felicidades por tus 16 abriles. Te ama hoy y siempre, Papá.

Seguimos pendientes…

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