Religión

Datos sobre la Fiesta de la Divina Misericordia

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Sábado 6 de abril de 2024

La Iglesia Católica celebra la Fiesta de la Divina Misericordia, instituida por el Papa Juan Pablo II para recordar que Cristo siempre perdona a quien se arrepiente de sus pecados.

Esta devoción reúne a millones de católicos que expresan su amor a través del rezo de novenas, de la Coronilla de la Divina Misericordia y las procesiones.

Su importancia radica en el mensaje de que Dios es Misericordioso: “Cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia”, escribió Santa Faustina en su diario tras escuchar al mismo Cristo.

A continuación, algunos datos esenciales sobre esta festividad.

El Domingo de la Misericordia tiene su origen en revelaciones privadas

La devoción a la Divina Misericordia, y la institución de un día para su celebración, tienen su origen en las revelaciones privadas de Cristo a la religiosa polaca Santa Faustina Kowalska en el pueblo de Plock, en Polonia, en 1931.

Durante las apariciones, el Señor Jesús le transmitió una serie de mensajes sobre el significado de su Divina Misericordia y le encargó difundir su devoción por el mundo.

Forma parte del calendario de la Iglesia gracias a Juan Pablo II

La Iglesia invita a celebrar la Divina Misericordia de varias formas

Entre otras cosas, ofrece una indulgencia plenaria: “Para hacer que los fieles vivan con intensa piedad esta celebración, el mismo Sumo Pontífice (Juan Pablo II) ha establecido que el citado domingo se enriquezca con la indulgencia plenaria para que los fieles reciban con más abundancia el don de la consolación del Espíritu Santo y cultiven así una creciente caridad hacia Dios y hacia el prójimo, y una vez obtenido de Dios el perdón de sus pecados, ellos a su vez perdonen generosamente a sus hermanos”. [Decreto de la Penitenciaría Apostólica del 2002]

La imagen de la Divina Misericordia fue revelada por Jesús mismo

Esta imagen fue revelada a Santa Faustina en 1931, con Jesús mismo pidiéndole que fuera pintada.

Más tarde, el Señor le explicaría su significado y las bendiciones que los fieles recibirán a través de ella.

En la mayoría de las versiones, Jesús es mostrado levantando su mano derecha en señal de bendición, y apuntando con la mano izquierda su pecho, del que fluyen dos rayos: uno rojo y otro blanco.

“El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas (…). Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos” (Diario, 299).

Toda la imagen es un símbolo de la caridad, el perdón y el amor de Dios, conocida como la «Fuente de la Misericordia».

Esta devoción cuenta con oraciones particulares

La Coronilla es un conjunto de plegarias utilizadas como parte de la devoción a la Divina Misericordia.

Se suele rezar a las 3:00 p.m. (el momento de la muerte de Jesús) utilizando las cuentas del Santo Rosario, pero con oraciones diferentes.

La Divina Misericordia está vinculada al Evangelio del segundo Domingo de Pascua

La imagen de la Divina Misericordia representa a Jesús en el momento en que se aparece a los discípulos en el Cenáculo —tras su Resurrección—, cuando se les da el poder de perdonar o retener los pecados.

Este momento está registrado en Juan 20,19-31

Este pasaje incluye la aparición de Jesús al apóstol Tomás, a quien invita a tocar sus llagas.

Ese evento ocurrió en el octavo día después de la Resurrección (Jn 20,26) y por ello se utiliza en la liturgia ocho días después de la Pascua.

Los sacerdotes tienen una facultad especial para administrar la Divina Misericordia

En Jn. 20,21-23 se relata: «Jesús les dijo otra vez: ‘La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío’. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos'».

La Confesión es la acción de la Divina Misericordia hasta el fin de los tiempos

Jesús capacitó a los apóstoles (y a sus sucesores en el ministerio) con el Espíritu Santo para perdonar o retener (no perdonar) los pecados.

Debido a que están facultados con el Espíritu de Dios para hacer esto, su administración del perdón es eficaz: realmente elimina el pecado en lugar de ser sólo un símbolo de perdón.

En las revelaciones privadas Jesús le da suma importancia a la Segunda Venida

Jesús promete regresar en gloria a juzgar al mundo en el amor, como claramente lo dice en su discurso del Reino en los capítulos 13 y 25 del Evangelio de San Mateo.

Sólo en el contexto de una revelación pública, como es enseñado por el Magisterio de la Iglesia, se puede situar las palabras de la revelación privada dada a Sor Faustina:

«Prepararás al mundo para Mi última venida». (Diario 429)

«Habla al mundo de mi Misericordia….Es señal de los últimos tiempos después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo que recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia». (Diario 848)

«Habla a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día terrible, el día de Mi justicia». (Diario 965)

«Estoy prolongándoles el tiempo de la misericordia, pero ay de ellos si no reconocen este tiempo de Mi visita». (Diario 1160)

«Antes del Día de la justicia envío el día de la misericordia». (Diario 1588)

«Quien no quiera pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi justicia». (Diario 1146)

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