Deportes

Manny Pacquiao y su hambre de gloria

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Sábado 18 de noviembre de 2023

Por Adrián Michelena

Nació en la extrema pobreza, vendía pan en Kibawe y peleaba por dos dólares. Su desayuno, almuerzo y cena, con suerte, eran una lata de atún. Hasta que llegó a Estados Unidos, de la mano del promotor uruguayo Sampson Lewcowizc.

Su estilo agresivo, veloz, demoledor, enamoró a los fanáticos. Ese salto de langosta, en puntas de pie, es su marca registrada.

Durante años fue el mejor libra por libra, tiene un récord de 62 triunfos, 8 caídas y 2 empates.

Se explica mejor su foja si se ve el calibre de sus rivales. Noqueó a Ricky Hatton, a Miguel Cotto, a Marco Antonio Barrera, a Lucas Matthysse.

Con Erik Morales vengó la derrota y lo noqueó dos veces. Venció en las tarjetas a Shane Mosley, a Timothy Bradley, a Adrien Broner, Keith Thurman y a Juan Manual Marquez, a quien le ganó 2 veces, pero perdió por nocaut en la cuarta.

No tuvo piedad con De la Hoya y a Antonio Margarito, quienes ya estaban en el ocaso de sus carreras.

Su única mancha, tal vez, fue su pelea ante Mayweather. Peleó con una lesión en el hombro. ¿Hay que creerle?

Lo más maravilloso, tal vez, fue lo que Pacquiao logró a través del deporte. Se convirtió en un ídolo mundial.

En su país donó mil casas a los pobres de filipinas y rescató a jóvenes boxeadores de su país. Fue senador. Y candidato a presidente.

Manny Pacquiao, un campeón que marcó una época, en tiempos mezquinos, nunca racionó su vocación de atacar.

Fue campeón en 8 divisiones, pero le reconocen 6 títulos internacionales.

Aun asi más que por sus peleas, es admirado por su ejemplo de superación.

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