MéxicoOpinión

¿Sheinbaum desprecia a la prensa de la Ciudad de México?

Spread the love

Por Luis Eduardo Velázquez

Cuando tomó protesta me le acerque en medio de su seguridad y le pregunte a Claudia Sheinbaum ¿Cuál era su compromiso con la libertad de expresión?

«Vamos a recuperar la libertad de expresión», me dijo muy firme y le creí.

Como encargado de Comunicación Social había puesto a Iván Escalante, quien le era leal y la seguía desde la delegación Tlalpan.

Escalante tuvo malas prácticas como llamar a redacciones para modificar ángulos de noticias y creó una fuente a modo, pero siempre tuvo un trato de cordial con la prensa.

Escalante creció en una redacción y creo que jamás denostaría a los periodistas.

Sin embargo, un día se fue sin mayor explicación y la vocería de Sheinbaum quedó acéfala.

Diversos medios ya habíamos documentado el gasto millonario de propaganda de la Jefa de Gobierno. Ya debe haber gastado más de 2 mil millones de pesos en lo que va de este sexenio.

Sheinbaum se molestó de que se le cuestionara en las videoconferencias sobre el contrato millonario que le dio a una de sus amigas de la farándula.

Luego de ese episodio, el área de comunicación social quedó acéfala. Uno de los espacios fundamentales para cualquier gobierno.

Sin comunicación gubernamental sólo la Jefa de Gobierno se entera de sus logros y a veces ni ella de los buenos resultados de sus funcionarios.

No obstante, ahora designó en el cargo a un joven que ella estima, porque es amigo de Gonzalo López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador.

¿Sheinbaum desprecia a la prensa? 

Sebastián Ramírez, un sociólogo sin cédula profesional, llegó a la vocería de la mano del nuevo secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres. Ramírez ya había tenido un paso sin pena ni gloria en Capital 21.

En la televisora del Gobierno de la Ciudad de México se dice que trató mal a los empleados del Canal que siempre se quejaron de que no tuviera experiencia para el cargo.

Según López Obrador, ocupar un cargo para el cual no se tiene experiencia, es corrupción. También acusaron a Ramirez de hacer negocios bajo la mesa y sabemos que pronto saldrán a la luz.

Lo cierto es que hoy se sabe que él fue el responsable, por su inexperiencia, de que Sheinbaum fuera multada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación por transmitir spots ilegales.

Pero a Sheinbaum eso no le importó y lo premió luego de que también lo impuso como candidato de Morena al distrito 30 local de Coyoacán, mismo que perdió.

Ramirez se ha popularizado en el gremio periodístico porque en 2018, fiel a la narrativa de los seguidores de López Obrador, dijo que la prensa en México es inmunda.

Lo ha repetido varias veces y Sheinbaum hace como que no ve y no oye. Empero tiene la responsabilidad de pedirle a su funcionario que se disculpe públicamente.

No se pueden permitir esos discursos de odio y menos en un país que es el deshonroso primer lugar en el rubro de periodistas amenazados y asesinados.

Es un problema que crece y López Obrador no ha podido contener. La Ciudad de México incluso dejó de ser Ciudad Refugio como lo marca la Constitución capitalina.

Desde que la coordinación de Comunicación Social quedó vacía, es casi imposible que en las videoconferencias se permitan preguntas de reporteros «incomodos».

Con un personaje como Ramirez es probable que la censura siga y sea peor. Sólo hay que ver todos los días la videoconferencia para darse cuenta de que siempre preguntan los mismos medios, que tienen jugosos contratos de publicidad oficial.

Le siembran preguntas a Sheinbaum para que meta gol y a veces hasta mete autogol, aunque eso es otra historia.

Sheinbaum ha dicho que ella promueve el debate público en sus videoconferencias. Eso es falso y hay reporteros pueden dar cuenta de ello. Quizá la engañan y no le dicen la verdad.

La realidad es que hay una barrera para poder preguntarle algo a la Jefa de Gobierno. En el pasado siempre ha sido así y eso no le espanta al gremio.

Lo que indigna es que le digan mentiras desde el Poder como esa de que reina la libertad de expresión y más aún cuando tolera que su vocero desprecie y denoste a la prensa.

Los periodistas siempre estamos expuestos a la crítica y sabemos reconocer nuestros errores, lo que no aceptamos es que nos denigren y promuevan discursos de odio.

Por eso decimos ¡Basta! y esperamos un cambio de Sheinbaum. El gremio está molesto e indignado y se pregunta seriamente ¿Sheinbaum desprecia a la prensa de la Ciudad de México?

Al novato en comunicación social y a Sheinbaum vale la pena recordarles lo dicho por Noam Chomsky, lingüista, filósofo y activista estadounidense:

“Si no creemos en la libertad de expresión de aquellos que despreciamos, no creemos en ella en absoluto”

Ese mismo día que rindió protesta Sheinbaum, le pregunté también a López Obrador qué esperaba de ella y me dijo: «Me va a superar». Y también le creí.

NOCAUT. La Jefa de Gobierno quiere pleito con la UNACDMX y ha dado la orden de suspender la transición que muchos alcaldes ya habían iniciado. Es una mala señal que ahora que la destaparon como presidenciable se cierre y no haga política. Esa tensión la van a padecer los capitalinos. !Abrazos, no periodicazos!

Un comentario en «¿Sheinbaum desprecia a la prensa de la Ciudad de México?»

Deja una respuesta