La Unión Europea tomará los dominios web de desinformación
Sábado 20 de abril de 2024
Una organización sin fines de lucro con gran influencia entre los responsables políticos de toda la Unión Europea (UE) está presionando para que la Corporación de Asignación de Nombres y Números de Internet (ICANN) emprenda una «guerra contra la desinformación».
Conocida como EU DisinfoLab, la organización sin ánimo de lucro, que afirma ser independiente, dice que ICANN necesita ampliar su control sobre las limitaciones de registro de dominios para incluir la de «desinformación» además del phishing y el malware. En otras palabras, el grupo quiere que ICANN controle quién puede registrar sitios web en función de su adhesión de las narrativas oficiales.
Es falso, solo para que conste, que el DisinfoLab de la UE reclame independencia cuando un gran porcentaje de su financiación proviene nada menos que de Open Society Foundations, que es un proyecto del agitador multimillonario George Soros.
La Open Society Foundations ya está tanteando el terreno en relación con la «reutilización» de la ICANN para convertirla en una herramienta para atacar los «sitios de desinformación». Natural News, presumiblemente, se incluiría en esa orientación reutilizada, al igual que muchos otros sitios de medios independientes.
«Intentar incorporar directamente a ICANN sería muy controvertido, por decirlo suavemente, al menos en esta etapa», escribe Didi Rankovic para Reclaim the Net sobre la noticia.
«Dada su importancia en la infraestructura de Internet – la ICANN gestiona nombres de dominio a nivel mundial – y el hecho de que el control de contenido no está entre sus tareas (DisinfoLab dice que la ICANN ‘se niega’ a hacerlo) – esto representaría una enorme desviación del papel de la organización tal como lo entendemos hoy.»
Internet 2.0, una pesadilla de censura
Utilizando «la estructura ya creada por la ICANN», el DisinfoLab de la UE insta a la ICANN a vigilar básicamente todo Internet en busca de cualquier cosa que los poderes dominantes (TPTB) consideren «desinformación». Hacer esto, argumenta el grupo, requeriría una «cantidad mínima de diligencia y cooperación» por parte de los registros.
El propósito de todo esto sería que la ICANN determinara qué sitios web son inaceptables, lo que significaría que sus nombres de dominio serían revocados. Todo Internet en todo el mundo se vería afectado por tal cambio.
La portada que utiliza TPTB para tratar de justificar un cambio tan drástico es que los sitios «doppelganger de desinformación», que son sitios que intentan imitar «sitios de noticias confiables» con nombres o formatos similares, se están yendo demasiado de las manos y deben ser detenidos.
Dado que ICANN es la máxima autoridad tanto para los nombres de dominio de sitios web como para el registro de DNS, el grupo podría, según el nuevo esquema, revocar sitios web completos que se considere que difunden algún tipo de «información errónea».
A decir verdad, la ICANN ya estaba haciendo algo similar durante la «pandemia» del coronavirus de Wuhan (COVID-19). Se investigaron los nombres de dominio que contenían la palabra «covid», junto con otros términos relacionados, para ver si intentaban utilizar dichas palabras clave para enmascarar operaciones de phishing o proliferación de malware. En otras palabras, todavía no se trataba de intentar “moderar” ningún contenido relacionado con el COVID.
Lo que se propone ahora, por el contrario, es un tipo de formato de moderación en el que la ICANN tendría la autoridad de eliminar dominios enteros de sitios web declarados culpables de difundir desinformación.
El EU DisinfoLab quiere que ICANN utilice un sistema llamado DNSTICR para informar «casos (desinformación) genuinamente abiertos y cerrados» a los registradores para su eliminación. La pregunta es: ¿quién decide qué es realmente un «caso de desinformación abierto y cerrado»?
Una posibilidad es que los registros o registradores puedan «otorgar a las asociaciones comerciales de medios el estatus de ‘notificador confiable’, aunque esto también se decidiría arbitrariamente, ya que no existe un marco establecido para decidir quién obtiene el estatus de «notificador confiable».
Todo esto equivale a todo aquello sobre lo que George Orwell advirtió al mundo hace muchas décadas: una red de control del Ministerio de la Verdad que se expande por todo el mundo, regulando todo lo que la gente dice y hace, en este caso en línea.