La alianza partidista en Yucatán, hasta el límite
Lunes 8 de enero de 2024
Llegó el día. Pese a los ejemplos e indicaciones de sus respectivas dirigencias nacionales, PRI y PAN determinaron en Yucatán llevar la firma de la alianza electoral hasta el límite.
El término legal para rúbricar el acuerdo vence fatalmente el día de hoy. Si no puede signarse el convenio con las bases que establezcan los términos y condiciones, cada quien irá por su cuenta.
Reiteramos: en ambos lados, en ambas dirigencias, el acuerdo les hacía gestos. En ambas partes la alianza tenía verdaderos enemigos: tanto abiertos, como solapados.
Habría que ver, no obstante y si acaso se firmara, si la alianza no nace muerta y se limita a ser un catálogo de buenas intenciones plasmadas en papel, pero que nunca se cumplirán por falta de interés de las partes.
Resulta lamentable constatar que en ambas partes, el interés, la ambición, la codicia y la soberbia, al parecer han podido más que el interés superior de nuestra entidad y de sus habitantes, motivos por los cuales, las partes no han podido ponerse de acuerdo hasta el día de hoy.
Mal por los tricolores, que no han sido capaces de vislumbrar las ventajas de una alianza que les permitiría recuperar terreno y garantizar su registro partidista sin mayores sobresaltos.
Peor por los blanquiazules, a los que al parecer se les ha olvidado como se puede desvanecer en un santiamén una ventaja abrumadora y consistente, situación muy distinta a la actual, que implica una diferencia no significativa.
Cerrar los ojos a las fortalezas del adversario, basadas en sus políticas clientelares y corporativas, constituye en este preciso momento, un grave error.
Esperemos el curso de los acontecimientos. El cronómetro está activado y el límite y plazo están totalmente circunscritos al día de hoy. ¿Esperarán sus dirigentes hasta lo último para hacer el espectáculo más dramático?
Será un final no apto para cardiacos. Ni duda cabe.
Seguimos pendientes…
Dios, Patria y Libertad