Úrsula, la bruja de La Sirenita ¿inspirada en una drag queen?
Lunes 29 de mayo de 2023
El último clásico de animación de Disney convertido en película de acción real, La Sirenita (The Little Mermaid), tiene a la comediante sin humor, Melissa McCarthy, interpretando el papel de la malvada bruja Úrsula.
Según varias entrevistas con la prensa, ha admitido abiertamente que los ejecutivos de Disney «le confiaron» que la inspiración original para el personaje de Úrsula en la película animada clásica fue el Drag Queen Harris Glenn Milstead, con el nombre artístico de «Divine»: un hombre homosexual que hizo fama en los setenta y ochentas, vistiéndose como una mujer, caricaturizando al sexo femenino.
Si esto es cierto o no (tal vez es revisionismo de la historia para hacer avanzar la dominante agenda LGBT ahora en occidente), realmente no importa, ya que al inicio de este mes en el estreno mundial de la película, una famosa Drag Queen con el nombre de «Nina West», fue invitado al estreno y fue aclamado como el centro de la atención de la hora (puede verlo a la izquierda con la actriz).
Sea que ame a Disney o no, sea fan del clásico animado La Sirenita o no, por favor, sea consciente de esto: están usando la magia del cine y el poder de la música para programar adultos y especialmente a los niños, que son muchos más manipulables por su tierna edad y subdesarrollo cognitivo.
Están tratando deliberadamente de normalizar el comportamiento anormal y satanizar los valores tradicionales que son moralmente saludables.
Obviamente, la elección es suya en cuanto llevar a sus hijos a ver esta película; usted es libre de consumir lo que quiera con su familia. Pero, en nombre de lo que es verdadero, moral y justo, por favor, absténgase de ver esta película y envíe un mensaje claro a los ejecutivos de Disney y a toda la guarida de Hollywood: no vamos a seguir tolerando vuestra agenda perversa, con nuestros hijos y familias no se meterán.
Salgan al parque, jueguen juegos de mesa, lean un buen libro, disfruten de su familia en sano entretenimiento y no consuman esta basura ideológica, que por hacer avanzar una agenda, matan y deforman buenos clásicos, cambiando forzosa y ridículamente personajes e historias antiguas y convierten el entretenimiento en armas de adoctrinamiento progresista.