Actor del Cine de Oro comenzó como bolero, pero llevó a Tin Tan y Clavillazo al éxito
El también argumentista mexicano era conocido por impregnar el habla popular de los barrios mexicanos en sus filmes y este 2022 se cumplen 117 años de su nacimiento
La Época de Oro en México representó un hito en la industria cinematográfica. Las grandes figuras que trabajaron en cientos de películas durante ese tiempo son recordadas hoy en día como íconos irrepetibles del país. Sin embargo, detrás de estos grandes nombres hubo decenas de personas que han quedado enterradas en el olvido con el paso de los años.
Este es el caso de Juan García Garza, un actor y escritor de cine conocido como «El Peralvillo». Nació un 5 de febrero de 1905 en Matamoros, Tamaulipa. Antes de llegar a la pantalla grande, el «Rey del Barrio», como lo solían llamar, tuvo varias profesiones, entre ellas bolero, petrolero y guía de turistas. El también escritor llegó a lo más alto, consiguiendo incluso galardones como el Premio Ariel al Mejor Argumento Original y Premio Ariel al Mejor Actor de Cuadro.
«El Peralvillo» conocía el habla popular de los barrios marginados en México y solía impregnarlo en sus películas. Participó en producciones como «Contigo a la distancia», «Soy el charro de Levita» (1949), «El revoltoso» (1951), «El rey del barrio» (1950), entre muchas otras. Además de ser parte de la tercia dorada de la comedia en esa época comprendida por Germán Valdés «Tin-Tan» y Gilberto Martínez Solares.
Este argumentista se encargó de escribir con Solares las mejores películas que protagonizó «Tin Tan» en su prolífica carrera como «Calabacitas tiernas», «No me defiendas, compadre», «La marca del Zorrillo», «Zimbad el mareado», entre otras. Pese a que el momento más importante de su carrera lo vivió como escritor, García Garza también se desempeñó como actor en películas como «El charro negro», «El gendarme desconocido» y «Las abandonadas».
Otro actor mexicano al que le escribió historia fue Antonio Espino «Clavillazo», quien interpretó «Ahí vienen los gorrones», «Pura vida» y «El chismoso de la ventana», donde supo retratar, como con Tin Tan, el habla popular mexicana.
Las películas de «El Peralvillo» llegaron a lo más alto del cine mexicano, pero con el tiempo su nombre quedó bajo la sombra de los grandes protagonistas y compañeros de comedia.