Opinión

¿El RIP municipal premio o castigo?

Spread the love

Miércoles 10 de julio de 2024

Francisco Medina Sulub fue una verdadera desgracia para el RIP municipal.

Llegó a la dirigencia del tricolor en Mérida como premio de consolación que le entregó Alejandro Moreno, supuesto amigo suyo, pero que prefirió empoderar a otros con cargos plurinominales, porque el otrora invencible, prácticamente no es capaz de ganar una elección (con honrosas excepciones).

Medina Sulub no hizo nada al frente de la instancia municipal del priismo. Sin carácter, sin iniciativa, sin liderazgo, pretextó siempre la falta de recursos para no dar un golpe.

Su secretaria general, Alejandrina León renunció tras no obtener una candidatura y se fue a MORENA. Al líder del priismo meridano le valió sorbete y nunca cubrió la vacante.

Al llegar la etapa electoral, Rolando Zapata, el dueño del membrete en Yucatán, tras librarse de la figura de Pancho Torres, un verdadero lastre, decidió poner a los suyos en las posiciones que significaba la alianza con quien fuera su adversario histórico.

Medina Sulub no fue tomado en cuenta, porque no solo carecía de valor político, sino porque Zapata Bello para proyectar a su delfín, Sergio Vadillo, creó un membrete llamado Identidad Priista que hacía todo aquello que correspondería a la instancia municipal.

Pero Vadillo pagó el precio de su cercanía con el ex gobernador y los costos de su malas relaciones con otras figuras partidistas y medios de comunicación.

De manera increíble, Vadillo no modificó su actitud y persistió en su aspereza y aires de gran señor y sucedió lo que era previsible: perdió la elección, debido a la inexistente e inoperante estructura del RIP municipal, que no solo le vio la cara al candidato, obteniendo recursos de su parte, pero operando por MORENA, sino que además no fue capaz siquiera de reunir el número necesario de representantes de casilla.

Todo esto dejó claro que Vadillo y su campaña proselitista fueron un absoluto fracaso; todo quedó reducido a la simulación, a las fotos, a las bravuconadas discursivas y las buenas intenciones, pero en la práctica le pasaron por encima.

Cabe mencionar que Zapata Bello trató de imponer a Gabriel Calderón en la regiduría plurinominal que la alianza les dejaba, pero esta vez Medina Sulub no se durmió y exigió un espacio a Alejandro Moreno y se agenció la posición, pese a que hicieron cuanto fue posible para cerrarle el paso.

Como no era posible que el amigo del patrón se quedara sin nada, le ordenaron a Medina Sulub poner a Vadillo como Secretario de Organización, para efectos de prelación, de manera que mansamente salió de escena, para dar paso al candidato perdedor.

De esta manera, Sergio Vadillo obtuvo el RIP municipal como premio de consolación. El mismo Alejandro Moreno vino a tomarle protesta en un evento al que fue preciso convocar a los escasos alcaldes y plurinominales que obtuvieron hueso, porque de lo contrario, la casa del pueblo habría retumbado a vacío.

La estructura electoral municipal del tricolor está hecha trizas. Se requieren mucho trabajo y dinero para reconstituirla. A la fecha, no se ven una ni otra cosa.

El RIP redujo exponencialmente su presencia en el estado y con ello se reducirá también el monto de su financiamiento, sin saber a ciencia cierta si el partido ya concluyó de pagar las cuantiosas multas que le fueron impuestas por diversos motivos.

Fuera de los discursos iniciales, pletóricos de lugares comunes, buenas intenciones y fanfarronadas, a la fecha no se notan visos de que Sergio Vadillo haya hecho algo para tratar de echar a andar nuevamente la anquilosada y desvencijada maquinaria partidista.

Desconocemos de donde obtendrá recursos para hacer trabajo político. El RIP a nivel nacional está hecho una verdadera desgracia y no se ve manera de que pueda allegárselos.

Para colmo, el partido y su dirigencia persisten en su conducta autodestructiva que se niega a aceptar sus errores, continúa denigrando a quienes se fueron, insiste en negarse a aceptar la crítica, se empeña en convertir al partido en la jaula de las locas y de manera irracional en acentuar un exacerbado sexismo, que pretende privilegiar a las mujeres, en detrimento de la militancia masculina.

Dicho sea de otra manera y con claridad: el priismo hace todo cuanto esta en su mano para desaparecer y destruirse.

El partido se ha convertido en botín de un grupo de fascinerosos encabezados por Alejandro Moreno que se obstinan en seguir mamando de las flácidas ubres partidistas, sin importar que la vaca muera a consecuencia de ello.

El partido se ha convertido en botín de una pandilla de saqueadores y su destino es la desaparición si esto no cambia.

Pero para poder alterar el rumbo, es preciso comenzar por la esfera municipal, que es donde más daño ha recibido la estructura partidista y en este sentido, es donde por ser Mérida la capital del estado, debiera comenzarse.

Solo que no se advierte que pudiera hacer Sergio Vadillo para revertir el caso actual. No ha exhibido al momento capacidad, liderazgo, ni recursos. Insiste en tratar a sus interlocutores con aires de perdonavidas. Así no se puede.

Estamos seguros que Sergio Vadillo habría preferido mil veces ser diputado, que obtener un premio que más bien constituye un castigo, pues a cambio de obtener unos centavos al frente de la dirigencia, puede convertirse en su tumba política. Claro, en caso de que le interese continuar su existencia en el proceloso ámbito de la política.

Las siete tareas de Hércules serán pecatta minuta comparadas con lo que le aguarda a Sergio Vadillo Lora, si acaso va en serio la idea de revivir al RIP municipal.

Seguimos pendientes…

Dios, Patria y Libertad

Deja una respuesta