Espectáculos

ALCANZÓ EL ÉXITO SOBREPONIÉNDOSE A LOS COMENTARIOS HIRIENTES DE SU MADRE

Spread the love

Viernes 10 de mayo de 2024

Una noche, la pequeña Barbra, mientras soñaba en su cuarto, jugando con una botella de agua caliente cubierta con un suéter, (que le servía de muñeca) le confesó a su madre que quería ser cantante.

Su madre Diana, que era una mujer frustrada por no haber llegado a cantar frente a miles de personas como alguna vez soñó, a pesar de tener una extraordinaria voz de mezzo-soprano, se quedó mirando a su hija directamente a los ojos, para decirle:

«Más vale que te cuides las uñas de los dedos para que puedas ser mecanógrafa, porque para cantante, no eres bonita».

No hace falta explicar lo que estas palabras pueden significar para una hija que amaba tanto a su madre como Barbra, pero ella no era una niña común y corriente.

En algún momento, cuando se encontraba en la cúspide de su carrera, habló de este pasaje doloroso en su vida, solo para perdonar con mucho cariño a la mujer de la cual heredó su fabulosa y potente voz.

Barbra quedó sin padre a los 15 meses de nacida, pues su progenitor murió por una negligencia médica, cuando le sobrevino un ataque epiléptico.

Cuando Barbra tenía 7 años de edad, Diana, su madre, eligió por esposo a un ser tenebroso y oscuro, un vendedor de autos usados de nombre Lou Kind.

Este hombre siempre la hizo de lado como padrastro, le gustaba comparar la belleza de la hija que tuvo con Diana con la supuesta fealdad de Barbra.

Hacía hincapié en lo prominente de su nariz, hasta el punto que en un caluroso día de verano, compró un helado solo para la hermanita menor, nada para Barbra.

¿La razón que dio a las niñas?… Ah sí, bueno, que Barbra era muy fea para comer helado.

Nos gustaría pensar que esta parte de la historia de Barbra Streisand, no es más que una de las muchas leyendas urbanas que circulan en las redes sociales, pero no. Es parte de su libro autobiográfico «My Name is Barbra» (Mi nombre es Barbra).

Pero todos conocemos la trayectoria de esta extraordinaria actriz, cantante, compositora, productora de cine y escritora estadounidense: la manera como se ganó al mundo con sus bellas melodías, entonadas por una extraordinaria voz y haciendo dúos con los más grandes cantantes cuando se encontraban en lo más alto de sus carreras: Barry Gibb, Donna Summer, Neil Diamond, entre otros.

Actuó teniendo como galanes, nada más y nada menos que a gente de la talla de Robert Redford y sostuvo romances con los hombres más guapos de Hollywood, entre ellos: Ryan O’Neal, Tom Smothers, Warren Beatty, Jon Voight, Omar Sharif, Don Johnson, Steve McQueen, Kris Kristofferson, Peter Jennings y Richard Baskin, entre otros.

En su libro, Barbra perdona a su madre repetidamente, hasta cuenta el pasaje de cómo un día, grabaron juntas un video donde cantaban a dúo.

Este video lo hizo público en un concierto, frente a esa muchedumbre, ella expresó la siguiente frase:

«Ya ves mamá, se cumplió tu deseo de cantar frente a miles de personas».

Así es esta bella mujer, bella por dentro y por fuera. Hoy tiene 82 años y nos deja como ejemplo, nunca tomar en cuenta opiniones desalentadoras que impidan tu crecimiento.

Ella logró bloquear estas malas opiniones del ser que más quería: su madre.

Sin embargo, ¿cuántas personas abandonan sus sueños, por la opinión del amiguito o algún compañero de trabajo?

Barbra nunca se hizo una operación estética, jamás se avergonzó de su nariz y nunca pasó por cirugía para intervenir su perfil.

Si lo hubiese hecho, no sería Barbra Streisand.

Deja una respuesta