Cuidadores se oponen a la ley de eutanasia en Francia

Domingo 28 de abril de 2024

Mientras el proyecto de ley sobre el final de la vida fue presentado al Consejo de Ministros este miércoles 10 de abril, acaban de revelarse los resultados de una nueva encuesta realizada por la Sociedad Francesa de Apoyo y Cuidados Paliativos (SFAP).

Los resultados muestran una fuerte reticencia ante una ley que tendría efectos nocivos en la práctica de los cuidados paliativos. La consulta se realizó entre finales de febrero y mediados de marzo de 2024.

Una gran preocupación

El 83% de los voluntarios, enfermeros y médicos encuestados dijeron estar “preocupados” por el proyecto de ley sobre eutanasia y suicidio asistido. Además, el 63% está bastante «insatisfecho» con un cambio en la ley. Predomina un sentimiento de preocupación, sea cual sea la generación, aunque los jóvenes tengan una percepción un poco menos “negativa”.

Por eso, algunos indican que su “trabajo se verá distorsionado y [que se] encontrarán en situaciones humanas y éticas muy difíciles”. La preocupación es muy marcada entre los médicos de cuidados paliativos que están en “primera línea”. La media de sus respuestas no supera el 2, en una escala que va del 1 (muy preocupado) al 9 (muy aliviado).

Causar la muerte es “inaceptable”

Preguntados sobre la evolución del actual marco legislativo, el 68% de los miembros de la SFAP (43% de los no miembros) dicen que ven desfavorablemente un cambio. Sin embargo, existe una brecha importante entre profesiones: el 67% de los médicos se oponen a un cambio frente al 47% de las enfermeras y los directivos.

El 54% de los médicos y el 33% de los enfermeros y directivos sanitarios expresaron su oposición a la legislación sobre el suicidio asistido con excepción de la eutanasia. La oposición es más fuerte cuando se enfrentan al suicidio asistido y la eutanasia juntos. Se trata del 75% de los médicos y del 53% de las enfermeras.

Una proporción muy importante de los encuestados se opone a la realización de actos de eutanasia o suicidio asistido. Más del 80% de los cuidadores afiliados a la SFAP indican que se negarían a prescribir, suministrar, preparar y/o administrar el producto letal. Sin embargo, a diferencia de ciertos países, como Suiza, donde a los cuidadores se les prohíbe participar en el suicidio asistido, el proyecto de ley prevé la participación del personal médico durante toda la “muerte asistida”.

Una vez que la persona ha fallecido, el 44% de los miembros de la SFAP dicen que no quieren registrar una muerte por suicidio asistido o eutanasia, y el 49% se opone a la elaboración del expediente médico.

La cláusula de conciencia

Si bien el proyecto de ley prevé la existencia de una cláusula de conciencia, el 52% de los médicos, el 51% de las enfermeras y el 22% de otras profesiones indican que utilizarán esta cláusula de conciencia. El 32% de los médicos y el 19% de las enfermeras y ejecutivos de la salud también dijeron que estaban preocupados por la “fuerza” de la cláusula de conciencia y no se sentían protegidos por esta cláusula.

Las respuestas también muestran el temor de que estas cláusulas de conciencia no sean respetadas, o de que el legislador quiera reconsiderarlas, por ejemplo la cláusula de conciencia para el aborto.

El estudio en general muestra una gran aprensión ante las consecuencias de la ley. Sólo el 13% de los médicos y el 14% de las enfermeras dicen estar preparados para integrar los avances legislativos en su práctica profesional. Una proporción importante de los cuidadores: el 22% de los médicos, el 17% de los enfermeros y los directivos dicen que están dispuestos a dimitir de su cargo si se aprueba la ley.

Casi todos los encuestados (92%) subrayan el impacto del proyecto de ley en sus prácticas. El 68% de los médicos, el 57% de las enfermeras y el 45% de otras profesiones creen que existe riesgo de división o tensión en los equipos. El 47% de los médicos y el 38% de las enfermeras consideran incluso que existe riesgo de dimisión en sus equipos.

“La muerte inducida será un elemento disruptivo en el sistema sanitario”, advierte el presidente de la SFAP. “Sugerir la muerte o acceder a la idea de que ellos [los enfermos] tienen razón al pensar que sería mejor para ellos morir es contrario a todo el espíritu de nuestro compromiso diario con estas personas, donde nos dedicamos a apoyar el deseo de vida, ”, recuerda uno de los encuestados.

Los cuidados paliativos ya adolecen de falta de profesionales. Contrariamente al deseo declarado del gobierno de fortalecer los cuidados paliativos, el proyecto de ley corre el riesgo de debilitarlos aún más. “El debate también provoca ansiedad y tenemos la impresión de que no se nos escucha lo suficiente”, denuncia el presidente de la SFAP.