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Protestan priistas poniendo señal de luto en busto de Cervera

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Jueves 18 de abril de 2024

Indignados priistas con la defección de los hijos de Víctor Cervera Pacheco, del que fuera su partido, colocaron un crespón de luto en el busto del ex gobernador, situado en la Casa del Pueblo.

La respuesta a la renuncia de Víctor y Felipe Cervera Hernández al partido que los cobijara y les diera todo lo que son y sobre todo, a la idea de que si viviera el ex gobernador, estaría con MORENA, no tardó.

No vino de la dirigencia priista de cualquier nivel, porque los líderes se encuentran sobrecogidos, demudados, intentando ver que es lo que atinan a decir, para tratar de asimilar el golpe recibido, por tratarse de uno de sus íconos.

La respuesta a la traición de los vástagos del caudillo de Dzemul, vino de la base: de los priistas qué soñaron, lucharon y sangraron con Cervera Pacheco en la búsqueda de la grandeza de Yucatán, de ese Yucatán que tanto amara el hombre de Dzemul.

Los indignados priistas, sin ponerse de acuerdo, discurrieron acudir a la casa del pueblo a manifestar su molestia, su indignación. Decidieron ir a la sede de su partido, para hacer notar que con esto, el cerverismo ha muerto.

Así, Eloy Quiroz Ávila, quien aspirase a dirigir el partido y Jorge Manuel Murillo Burgos, líder de la Alianza de Colonos de Mérida, Víctor Manuel Cervera Pacheco, coincidieron en la casa del pueblo y decidieron colocar un crespón de luto en el busto del ex gobernador que ahí se encuentra.

Cervera Pacheco no era socialista. Cervera nunca hubiera estado con MORENA, Cervera era un líder consciente, que amaba a su pueblo y buscaba su progreso. Cervera nunca habría enfrentado a los yucatecos, jamás promovió el rencor social, siempre la cultura de la paz, refirieron.

Cervera jamás se guió por las ambiciones. Nunca buscó riqueza, ni siquiera poder. Creía en el servicio. Cervera jamás habría transigido en dejarse ver en compañía de una personera de López Obrador, que siempre lo llamó cacique.

Tampoco Cervera habría aceptado apoyar a Joaquín Díaz Mena, quien en el apogeo del foxismo lo llamó abigeo, ladrón de ganado y protector de narcos.

Víctor Cervera nos queda claro, jamás habría hecho equipo con MORENA, porque Cervera amaba a México y este partido está destruyendo nuestra patria, sentenciaron.

Los hijos de Cervera han traicionado el legado de su padre y ofenden su memoria. Si su padre viviera, se moriría de vergüenza al ver lo que sus descendientes han hecho con su nombre.

Ya lo dijo Beatriz Peralta, quien fuera cercana colaboradora suya. Nos lo han manifestado sus amigos, incluso su nieto Arturo Patrón Cervera ha deslindado a su abuelo de la infamia que pretende MORENA al apropiarse de su nombre.

Es triste asumirlo: el cerverismo ha muerto y con esto acaba toda una época en la política de Yucatán, que ha concluido con la extinción de una corriente. Se va el hombre, pero los ideales quedan y hay gente como nosotros, que siempre recordaremos que Víctor Cervera era orgullosamente priista y para el PRI reivindicaremos su nombre y su legado y no permitiremos que nadie lo manche, ni llene de oprobio. Aquí estamos firmes con nuestro líder, dispuestos siempre a dar batalla, finalizaron.

Irónicamente, a ambos priistas fieles, su partido los ha olvidado y negado oportunidades de poner su talento al servicio de Yucatán. Así pasan las cosas en este mundo…

Seguimos pendientes…

Dios, Patria y Libertad

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