Testigos critican despilfarro y politización de la ayuda exterior de EE.UU

Miércoles 17 de abril de 2024

Por Emmanuele Da Ponte

Testigos expertos dijeron a un subcomité del Congreso la semana pasada que los fondos de EE.UU. en el extranjero se estaban utilizando de manera que crean consecuencias perjudiciales y se utilizan intencionalmente para difundir las agendas sociales controvertidas en los países receptores.

“El objetivo de la ayuda exterior debe ser poner fin a su necesidad. Sin embargo, años de ayuda humanitaria han destruido la capacidad de los países para alimentarse por sí mismos”, dijo Max Primorac, ex Director de Operaciones interino de USAID durante la Administración Trump. Primorac, ahora con la Heritage Foundation, testificó que los haitianos pobres le dijeron: “Es difícil competir contra la comida gratis.”

Primorac también criticó el uso de la ayuda extranjera para impulsar agendas sociales que son polémicas tanto dentro de los EE.UU. como en el extranjero. Dijo: “Debemos desradicalizar nuestros programas de ayuda. Debemos dejar de impulsar los programas de DEI [diversidad, equidad e inclusión], aborto y otras políticas de género en el extranjero, normas que contradicen las de África, América Latina y Asia.”

Testigos dijeron al Subcomité de Supervisión y Rendición de Cuentas que las agencias de EE.UU. están creando entornos de trabajo hostiles para aquellos que no suscriben a su ideología política, impactando negativamente en los criterios de contratación y promoción de agencias si no se suscriben a las ideologías de la DEI.

El tema del aborto también surgió en una discusión sobre PEPFAR, el programa de EE.UU. para combatir el VIH/SIDA en todo el mundo.

Recientemente, ha surgido controversia sobre los socios ejecutores del programa, incluidos los grupos que promueven el aborto. Charles Kenny, investigador principal del Centro para el Desarrollo Global, argumentó que las restricciones pro-vida a tales grupos que reciben fondos de EE.UU. estaban causando daños. “PEPFAR se vuelve menos efectivo cuando los proveedores habituales no pueden ser utilizados porque también aconsejan sobre salud sexual y reproductiva, y esto también conduce a más abortos en todo el mundo.”

Kenny criticó la política de Protección de la Vida en la Asistencia de Salud Global (PLGHA) promulgada por el ex presidente Donald Trump, posteriormente rescindida por el presidente Joe Biden. A pesar de las afirmaciones de los defensores del aborto de que provocaría interrupciones en los servicios de salud para las personas necesitadas, solo un pequeño número de organizaciones extranjeras se negaron a recibir fondos de EE.UU. para seguir promoviendo y proporcionando el aborto, incluyendo a los gigantes pro-aborto International Planned Parenthood Federation y MSI Reproductive Choices.

Jim Richardson, director ejecutivo del ex secretario de Estado Mike Pompeo y presidente de la Fundación Pompeo, coincidió en que Estados Unidos debe dejar de trabajar con agencias de la ONU y contratistas con fines de lucro para distribuir ayuda y priorizar el trabajo con socios locales, incluidas las ONG religiosas. Estas organizaciones de base ofrecerían resultados más impactantes y se alinearían mejor con las creencias religiosas en los países donde EE.UU. proporciona ayuda.

Todos los testigos destacaron la importancia de exigir transparencia para todos los premios y sub-premios de ayuda, especialmente después de que una reciente auditoría gubernamental reveló que USAID no podía rastrear los cargos por gastos generales por un total de casi 142 mil millones de dólares. Exigir la divulgación pública de las asignaciones de ayuda mejoraría la rendición de cuentas, permitiría un mayor escrutinio público, garantizaría el uso eficiente y eficaz de los fondos de los contribuyentes para hacer frente a los desafíos mundiales y aumentaría la confianza pública en USAID.

Además, el Rep. Grothman (R-WI), presidente del Subcomité de Seguridad Nacional, Fronteras y Asuntos Exteriores, dijo: “El Banco Mundial estima que el 20% de la ayuda extranjera se pierde por corrupción anual, y el 30% no alcanza su objetivo.”