Ley reconoce a los no nacidos como seres humanos en Perú
Martes 30 de enero de 2024
La nueva ley de Perú determina que la vida comienza en la concepción y reconoce al niño no nacido como alguien protegido por la ley.
A pesar de los reveses, el movimiento provida en América del Sur continúa logrando importantes victorias en su batalla para implementar y reforzar leyes que protejan del aborto a los niños
Perú está tomando nuevas medidas para proteger a los niños no nacidos. El 9 de noviembre, el Congreso peruano aprobó la Ley N° 785, que determina que la vida comienza en la concepción y reconoce al niño en el útero como protegido por la ley. Como señaló un informe, el gobierno ha establecido que “el niño, tanto el nacido como el no nacido, tiene su propia identidad, incluida una identidad genética única e irrepetible y una personalidad independiente de su madre”.
La ley no deroga el artículo 119 del Código Penal que permite el aborto en caso de riesgo para la vida de la madre, pero sí establece que “todo niño antes de nacer tiene derecho a la dignidad, la vida y la integridad como cualquier ser humano”. La ley fue propuesta por la congresista Milagros Aguayo del partido conservador Renovación Popular hace dos años y aprobada en abril pasado.
Luego de varios cambios por parte del Ejecutivo, la Ley N° 785, también denominada “Ley que Reconoce Derechos a los Concebidos”, fue aprobada por un margen de 72 a 26 y 6 abstenciones. Al igual que la ley “Escudo contra el aborto” en Honduras, la ley no consagra nuevos derechos, pero refuerza el régimen provida de Perú contra los ataques de los activistas abortistas.
“El objetivo de esta ley es contar con una norma que reconozca clara y expresamente los derechos constitucionalmente otorgados al concebido, tal como lo establece el artículo 2 de nuestra Carta Magna, comenzando por el reconocimiento del derecho a la vida, del cual derivan todos los demás derechos. ”, dijeron portavoces del Congreso peruano en un comunicado.
Los responsables de las políticas provida en muchos países han reconocido que, tras las victorias proaborto en países como México y Argentina, es esencial garantizar que las leyes provida sean lo suficientemente fuertes como para frenar las maquinaciones tanto de los tribunales como de los progresistas. políticos.