MéridaYucatán

¡Cuidado con los foráneos!

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Martes 7 de noviembre de 2023

Mérida, ya no es la misma ciudad tranquila y pacífica que conocimos años atrás.

Por distintas razones, han llegado hasta estos lares, gente de otros lugares, que traen no solo sus propias costumbres, sino también una serie de riesgos, para quienes estamos acostumbrados a un ritmo de vida y a modos, usos y conductas, radicalmente opuestos.

Lo primero que ha cambiado con la llegada de tantos fuereños, cuya presencia no es generalmente para bien, es la intensidad y fluidez del tránsito y el incremento de la agresividad de los conductores.

Nunca los meridanos habíamos padecido congestionamientos viales, ni las majaderías acarreadas por la neurosis provocada en los lugares de origen de quienes por desgracia, nos han invadido.

Nuestro buen amigo David Heredia, decano del periodismo yucateco, nos refería que el día de ayer, saliendo de una actividad por el rumbo de Itzimná, cometió el error de tocarle el claxon a un vehículo que le antecedía y cuyo tripulante, hablaba indebidamente por teléfono.

David enfatizó que el vehículo de adelante, no se movió, pese a marcar verde el semáforo, por lo que esperó y al ver que no avanzaba, se atrevió a tocar el claxon, a efecto de que el conductor, se diera cuenta de que debía ponerse en movimiento.

De improviso, un tipejo con cara de ídolo azteca, bajó de su auto abriéndose la camisola y mostrando al sorprendido periodista tremendo pistolón (dicho sea sin albur), situación que lo dejó estupefacto, más alla de lo soez de su lenguaje (¿Algún problema, pendejo?).

Cuidado, mucho cuidado, pues gracias a una promoción pública y privada desaforada y que debe terminar ya, especímenes de tan ínfima ralea, siguen llegando a nuestra ciudad.

Este no es el primer sucedido de esta naturaleza que se presenta en las calles de nuestra antes tranquila y provinciana urbe.

Anteriormente, ya otro amigo, el Vampiro Góngora, nos refirió un incidente similar. De igual forma, un servidor incluso, padeció la neurosis y agresividad de un huach, que a bordo de una motocicleta, andaba como alma que lleva el diablo.

Exigimos a nuestras autoridades, ponerse estrictas con estos matoncetes de barriada y ubicar a través del enjambre de cámaras instaladas en las calles, a esta clase de sociópatas y poner mano dura contra ellos.

A riesgo de ser tachados de xenófobos, cosa que francamente nos tiene sin cuidado, hacemos un llamado a nuestros paisanos, a ser precavidos y tomar precauciones al transitar por las desquiciadas arterias de nuestra ciudad, para evitar un incidente de similar o peor naturaleza.

Bienvenido el turismo, pero pongamos un alto radical a la inmigración.

Vaya nuestra solidaridad para nuestro estimado amigo David y para el Vampiro y para todos nuestros paisanos que deben soportar el espeluznante sonsonete barriobajeño de la tierra del abominable hombre de las liendres, cada vez más habitual en estas lajas.

Seguimos pendientes…

Dios, Patria y Libertad

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