Sociedad

Expulsan a familias de plaza en Guadalajara por ir acompañadas de un sacerdote con sotana

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Domingo 21 de mayo de 2023

Aproximadamente 20 personas fueron amedrentadas por los guardias de seguridad del establecimiento

Discriminan a familias en “La Gran Plaza Fashion Mall” de Guadalajara por sentarse y platicar con un sacerdote con sotana en el área de comida después de salir del cine.

En redes sociales se hizo viral un video donde se aprecia como elementos de seguridad de la plaza acosaron a las aproximadamente 20 personas y al sacerdote con sotana para que desalojaran el lugar, al tiempo que los custodiaron para salir de las instalaciones.

Karilú Valdés denunció el hecho en sus redes sociales: “No hubo argumentos para corrernos custodiados hasta que salimos de la plaza. ¿El motivo? Asistir al cine en grupo y querer escuchar las reflexiones del sacerdote que nos acompañaba”.

Las personas estaban intercambiando sus experiencias sobre la película en las mesas. Al llegar el turno del Padre, querían escucharlo, “lo cual se complicaba porque éramos muchos. Se puso de pie para dirigirse a quienes le acompañábamos y llegó un grupo de guardias para impedirnos continuar con nuestra conversación, redactó Valdés.

Denunciaron que el problema principal era la presencia del sacerdote en las instalaciones “tanto la encargada de atender al cliente en la oficina, como los guardias en repetidas ocasiones mencionaron que el problema es que era un padre”.

Ante los cuestionamientos de las familias afectadas, los oficiales, cuenta Karilú cambiaron la versión “para luego dar una larga lista de pretextos nuevos que no fueron capaces de sostener”.

“Entiendo que un espacio como ese no es para hacer convocatorias de un evento particular donde haya fines de lucro, ni para promover productos o servicios de ningún tipo sin permiso. Tampoco se debe permitir que se altere el orden o que se dé uso indebido a las instalaciones. Pero en este caso no aplica ninguna de las cuestiones anteriores”, continuó explicando.

Y agregó: “Solo conversábamos entre los que fuimos juntos, sin afán de convocar usuarios de la plaza ajenos a nuestro grupo. Nos dijeron que había que solicitar un permiso para realizar lo que estábamos haciendo, pero tampoco se nos otorgó la posibilidad, pues alegaron que el encargado no estaba”.

Finalmente, lamentó que se les tratara como delincuentes y que fueran agredidos por los guardias al darse cuenta de que eran grabados para evidenciar el caso: “trataron de amedrentarnos grabando también a una mamá embarazada que nos acompañaba y diciendo cosas poco delicadas”.

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