Religión

La visión de tres llaves

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Lunes 20 de febrero de 2023

Nuestra Señora nos ha estado advirtiendo en los 4 últimos siglos lo que se nos venía.

Hace más de 400 años, Ella se apareció a la Venerable Madre Mariana de Jesús Torres, hermana de la orden Concepcionista en Quito, Ecuador, como Nuestra Señora del Buen Suceso.  

Como signo de su veracidad, Ella anunció que la infalibilidad papal sería declarada dogma de fe, por el mismo Papa elegido para proclamar el dogma de la Inmaculada Concepción.

En 1854, Pío IX declaró el dogma de la Inmaculada Concepción, y en 1870 declaró el dogma de la Infalibilidad Papal, según lo definido por el Primer Concilio Vaticano, cumpliendo así la predicción de la Virgen.

Y el 21 de enero de 1610, Nuestra Señora del Buen Suceso le dijo a la Madre Mariana, que a finales del siglo XIX y especialmente en el siglo XX, satanás reinaría casi por completo por medio de la secta masónica.

Anunció grandes ataques que vendrían sobre el mundo, sobre las Órdenes Sagradas, sobre el sacramento del Matrimonio y sobre la Iglesia de Cristo en la Tierra.

Habló de sacerdotes pervertidos que escandalizarán a los fieles y causarán sufrimiento a los buenos sacerdotes.

Habrá lujuria desenfrenada que atrapará a muchas almas.

Corromperán la inocencia de los niños y la modestia entre las mujeres

Habrá falta de vocaciones sacerdotales y religiosas.

Mientras que los que debían hablar se callarán.

¿No está pasando ya esto?

Pero también dijo que el Cielo haría una intervención, dijo,

“Esto marcará la llegada de Mi hora, cuando Yo, de manera maravillosa, destronaré al soberbio y maldito satanás, pisoteándolo bajo mis pies y encadenándolo en el abismo infernal».

Y 300 años después de que Nuestra Señora nos advirtiera en Quito, vino a Fátima y nos advirtió nuevamente. 

A través de Sor Lucía, Nuestra Señora de Fátima predijo que la última batalla sería contra el matrimonio y la familia.

Y más específicamente a partir de las apariciones de La Salette estamos presenciando la batalla más grande de todos los tiempos, desde cuando en la creación del mundo, San Miguel Arcángel luchó contra Lucifer y lo expulsó del Cielo al grito de «quién como Dios».

A partir de las apariciones de la Rue du Bac en 1830, como Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, Ella ha estado apareciendo por todo el mundo como nunca antes.

Y desde principios del siglo XX, ha multiplicado sus apariciones, porque la Santísima Trinidad le ha encomendado la tarea de derrotar a satanás y su ejército, especialmente a la masonería.

Estas apariciones se deben considerar como una sola, porque todas ellas nos dan el mismo mensaje central, con sólo algunos énfasis particulares en cada una.

Afirma la importancia y el poder del Rosario, la importancia del sacerdocio y el énfasis en la Eucaristía.

Llama urgentemente a la oración y la penitencia, y nos advierte de calamidades venideras si la conversión de la humanidad no llega.

Y ha establecido un cronograma de los sucesos que vendrán, que le han sido comunicados a los videntes en forma de secretos, que serán revelados en fechas que el Cielo ha definido.

En Garabandal y Medjugorje, y en la mayoría de las apariciones que le siguieron, Nuestra Señora habló sobre un Aviso, un Milagro y un Castigo.

Por ejemplo, la Virgen apareciendo bajo el título de María Reconciliadora de Todos los Pueblos y Naciones, le dijo a la Sierva de Dios María Esperanza, mística y vidente de Betania, Venezuela, refiriéndose al Aviso, 

«Viene el gran momento de un gran día de luz. Las conciencias de este amado pueblo deben ser sacudidas violentamente para que ‘pongan en orden su casa’»

Y luego vendrá el Milagro, una señal visible en el lugar de las verdaderas apariciones, para que la gente comprenda que el Aviso que recibió toda la población del mundo, vino de Dios.

Y luego en Akita, Japón, se apareció a la hermana Agnes Sasagawa, y profetizó el 13 de octubre de 1973 que, a menos que la humanidad se arrepienta y vuelva a Dios, descendería un gran fuego del cielo, en una advertencia dramática de que debemos enmendar nuestras vidas.

Y en ese sentido ha dicho en Medjugorje, que el castigo puede mitigarse mediante la oración y la penitencia. 

La vidente Mirjana dijo, «un mal que amenazaba al mundo ya ha sido eliminado a través de la oración y el ayuno». 

Y Nuestra Señora también dijo, “habéis olvidado que con la oración y el ayuno, podéis evitar las guerras y suspender las leyes naturales».

Por eso, la Santísima Madre pide oración y ayuno en todas sus apariciones. 

Pero además de este marco global, también Nuestra Señora hace como un zoom para decirnos lo que va a pasar en lo inmediato.

El periodista Michel H. Brown editor de Spirit Daily, entrevistó a la reconocida vidente alemana Manuela Strack a principios del año 2022.

Ella le contó que se reunió en privado con el cardenal Josef Ratzinger el 10 de febrero de 2004 y al día siguiente, con Juan Pablo II, y le entregó un secreto que le había encomendado la Virgen.

Y el 30 de octubre de 2021, Manuela recibió permiso del Cielo para dar a conocer lo que había en el secreto, o al menos parte de él.

El secreto entregado a Juan Pablo II incluía la visión de «tres llaves».

Dieciocho años antes Nuestra Señora se le apareció con tres llaves en un llavero de oro contándole el secreto para Juan Pablo II.

Ella tomó la primera llave de este llavero y la puso en la mano derecha de Manuela, era de color rojo.

Y vio pasar rápidamente frente a ella algo como una película, en la que de alguna manera estaba involucrada.

Vio el infierno, un abismo muy oscuro y frío. Solo vio a su amo satanás y a la oscuridad.

Y entonces la visión se tornó hacia la Tierra.

Vio grupos terroristas islámicos en diferentes lugares, organizados y realizando varios ataques en todas partes del mundo. 

Y comenzó una terrible persecución a los cristianos, vio a los cristianos de Medio Oriente y su martirio.

Y además vio cada vez más agitaciones en la Tierra, un breve reinado de terror.

El pecado reinó porque lo que estaba en el infierno se soltó en toda su potencia en la Tierra.

Se producían guerras civiles en casi todos los países.

Además había severos desastres naturales porque el hombre abusó de la Creación de Dios. 

La Tierra temblaba como el resultado del pecado.

Fuertes tormentas golpeaban la Tierra y algo cayó a la Tierra desde el cielo.

El mundo se convertía brevemente en Babilonia, pero a gran escala. 

El poder de mammon, o sea el diablo, apoyaba a los gobernantes. 

Y una ola de violencia se extendió por todo el mundo.

En el año 2000 y 2005, María le mostró un terremoto y una tormenta de fuego que vendría, y algo caería del cielo.

Luego María le puso en la mano la segunda llave.

Y ahí le mostró cómo Ella protegía a sus hijos y que los sacerdotes marianos y los hijos de María no solo salvaron a la Iglesia de Cristo, sino que salvaron al mundo con un gran sacrificio.

Y finalmente Nuestra Señora tomó la tercera llave de su llavero de oro y se la puso en la mano derecha de Manuela.

Vio a Roma atacada y a la Basílica de San Pedro asaltada. El nuevo Papa tenía que pasar a la clandestinidad. 

La Iglesia de Cristo, la Iglesia Católica, era perseguida, de forma oculta al principio, después insidiosamente, y luego oficialmente. 

Y había una Iglesia, que parecía la Católica, pero era ineficaz porque no era la Iglesia de Cristo. 

Y por eso los sacerdotes que seguían los preceptos de Dios tendrían que sufrir mucho, e incluso la Eucaristía estaría en peligro. 

Y en el año 2019 Manuela recibió un mensaje de Nuestra Señora indicándole que tendríamos 3 años difíciles.

Recordemos que luego vino la plandemia y la guerra en Ucrania.

Pero dijo que los tres años difíciles son solo el puente hacia algo más severo.

Se le dijo que tenemos que orar mucho, que la Iglesia tendrá una prueba muy dura por el año 2023.

Y el 25 de octubre de 2022 el Niño Jesús le dijo a Manuela sobre la situación de la Iglesia,

«¡Ora para que el mundo reciba misericordia! No decaigas en tu oración. Mi Iglesia me seguirá. ¡Mira, ella está en el Gólgota! 

Pero no dejes que eso te turbe, porque todo tiene que ser purificado».

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