Padres desnaturalizados convocan caravana para pedir regreso a clases

Contra todo buen sentido y a pesar del escandaloso número de contagios y muertes debidos al coronavirus, un grupo de irresponsables, padres desnaturalizados (que para el caso es lo mismo), convocó el día de hoy, a una caravana vehicular para solicitar el retorno a clases presenciales.

El Movimiento, denominado «Abre Tu Escuela Yucatán», no es una iniciativa surgida en nuestra tierra, sino una idea de gente de otros estados (se comenta que surgió en San Luis Potosí), que manifestó su interés en que sus vástagos regresen a las aulas a la brevedad.

Los paterfamilias, argumentaron que como trabajan, es de gran ayuda que sus hijos estén en un espacio seguro como la escuela (son la clase de padres que creen que las escuelas son guarderías para mantener ocupadas a sus creaturas), sin detenerse a reflexionar sobre los riesgos que implica reabrir salones en este momento.

Decimos lo anterior, porque el número de contagios es alto y se mantiene con esta tendencia, porque es evidente que el gobierno federal carece de las vacunas necesarias para inmunizar a los maestros y personal académico que participa en las labores docentes, situación además que debemos precisar, aunque se pudiera vacunar a todos los maestros, no es garantía de nada, toda vez que no se sabe a ciencia cierta el grado de confiabilidad de las vacunas (se dice que aún están en fase experimental, lo que puede deducirse a partir de la decisión de muchos países europeos de suspender la aplicación la vacuna de Aztra Zéneca, que sin embargo, no sólo se sigue aplicando en nuestro país, sino que el gobierno federal acaba de anunciar con bombo y platillos, que consiguió una limosna de dos y medio millones de dosis otorgadas por Estados Unidos (nada tontos, los gringos nos dieron las vacunas de efectividad dudosa (AstraZeneca) y continuarán inmunizando a los suyos con Pfizer y Johnson) y es más que claro, que los niños que regresen a las aulas, podrían eventualmente contagiar también a los docentes y administrativos de sus respectivos centros educativos que no estuvieran inmunizados, porque no es posible saber con quien tienen contacto sus progenitores y si los menores son portadores asintomáticos del virus.

Como puede colegirse consecuentemente, la idea de solicitar el regreso a clases, es una sandez, que ni siquiera proviene de yucatecos, sino de seres a quienes al parecer, sus hijos estorban y ya no soportan tener en casa, por lo que han decidido, que los maestros hagan las veces de nanas o niñeras.

No sabemos la filiación política que profesen los paterfamilias que postulan la ideota, que pudieran ser partidarios a ultranza del Lópezobradorismo, que de manera demencial ha sugerido igualmente retornar a la actividad académica.

Los paterfamilias convocantes, evidentemente piensan en su comodidad y conveniencia y no en el riesgo que corren sus hijos (incluso ellos mismos) y que harían extensivo a los docentes y personal administrativo y manual (junto con la información sus familias).

Tampoco se ponen a pensar, que para los propietarios de colegios particulares, las clases en línea, representan ahorros importantes en los costos de luz, agua y mantenimiento que se ven obligados a satisfacer, independientemente de las dificultades que se tendrían que resolver en el tema de tener que adaptar instalaciones, para garantizar el distanciamiento necesario para hacer seguro impartir clases, lo que pudiera resultar mucho más oneroso que proseguir las labores virtuales.

NOTIREDMERIDA hace votos fervientes para que la convocatoria sea un rotundo fracaso, en aras de la responsabilidad, el amor paternal y la preocupación por la integridad y la salud, tanto de los alumnos de los diferentes niveles educativos, como del personal docente, administrativo y manual de los distintos centros académicos de nuestra entidad.

Conminamos al gobierno del estado, particularmente a las autoridades educativas, a no hacerse eco de semejantes disparates, que sólo tienen cabida en mentes egoístas y despojadas de todo sentido común.

Reiteramos, si López Obrador y los huaches están locos, demostremos que nosotros los yucatecos, no.

Seguimos pendientes…