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¿Inicia Alito cacería de brujas en el PRI?

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De manera increíble, el día de ayer, a través de su cuenta de Twitter, Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI ofreció iniciar procesos disciplinarios de expulsión contra varios legisladores yucatecos, con el argumento de que han traicionado al priismo y sus principios.

La medida parece por lo más precipitada, habida cuenta de que se supone que en todo partido existe libertad de conciencia y que todo legislador, debe votar de acuerdo a ella y conforme a los deseos de su electorado.

Peor aún, la medida se antoja completamente drástica habida cuenta de que anteriormente el presidente nacional del tricolor tomó una medida similar en el caso de un diputado veracruzano, que violó un acuerdo en el caso de una reforma constitucional, situación que no puede por completo, parangonarse a lo sucedido en el caso de nuestra entidad, donde solo el transcurrir del tiempo dirá si fueron quienes promovían la contratación del crédito o sus opositores, los que tenían razón.

Es menester admitir que el PRI es un partido fragmentado por las discordias internas, que no ha sido capaz de superar con talento las diferencias intestinas. Si Alejandro Moreno va a emprender persecuciones contra los militantes que por alguna situación confronten a su dirigencia, o traicionen al partido, tendría que comenzar por instaurar procesos contra un par de ex presidentes de la república, contra un par de ex dirigentes partidistas y contra un número indeterminado de priistas que de manera vergonzosa se han arrodillado ante MORENA.

No olvidemos que Alito es campechano y que como dice una cosa, puede decir otra. Ojalá la calentura y la información sesgada hayan precipitado la respuesta del líder priista, cuya actividad ha dejado mucho que desear y que debe procurar antes que nada, la unidad y el fortalecimiento del partido, pero en la realidad y no sólo en el discurso.

El priismo no debe olvidar que tiene un partido en la lona, fracturado, enfrentado y que puede reducirse a polvo o menos que eso, en los próximos comicios, donde el tricolor perderá según las proyecciones electorales al momento, varias gubernaturas actualmente en su poder como Sonora, Sinaloa e inclusive Campeche, lo que sería un serio revés para el presidente tricolor que sueña con ser presidente de la República.

Los priistas requieren más prudencia, más reflexión, más diálogo y una reconciliación auténtica, que redunde en un verdadero cierre de filas. Si el priismo no quiere resignarse al triste papel de personero de MORENA, debe incluso considerar la posibilidad de hacer causa común con los otros partidos opositores, lo que deja sin lugar, las expulsiones.

Algo semejante aplica para el priismo en Yucatán. No deben las rencillas internas prevalecer para seguir atomizando al partido, toda vez que en la actualidad, ni los mismos militantes tricolores se adjudican posibilidades ya no digamos para ganar, sino para competir rumbo a la alcaldía de Mérida. En tal virtud, no es recomendable una sangría, como la que generarían las expulsiones, que solo conseguirían debilitar al partido mucho más.

En el caso de Yucatán, expulsar diputados por sus opiniones, sin apercibimiento previo, se antoja muy drástico, sobre todo porque ya anteriormente han habido otros conflictos en los que se han visto involucrados varios de los hoy indiciados. No perdamos de vista que varios de los que hoy corren el riesgo de ser expulsados, también pidieron en su momento, el relevo del presidente estatal, Francisco Torres Rivas. Si esto no ocurrió antes, tampoco debe llegar la sangre al río en esta oportunidad.

Sangre fría necesita el priismo y un par de esos que no poseen muchos de sus dirigentes, ni figuras actuales (aunque hay honrosas excepciones). Ojalá prevalezcan el dialogo y la prudencia, por encima del afán de confrontación y la discordia.

A pesar de ello, no olvidemos: Alito es campechano… Así que todo puede pasar…

Seguimos pendientes…

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