Agustín Lara, enamorado de Marlene Dietrich
Martes 24 de diciembre de 2024
En el mes de mayo de 1932, Agustín Lara entró en el Cine Olimpia y vio la película «El Expreso de Shanghai».
Cuando llegó a su estudio aún no había recuperado el sosiego, a cambio de esto se había enamorado de Marlene Dietrich.
Estaba muy lejos Agustín de ser el hombre popular en extremo que el cine y la televisión conseguirían más tarde.
Su experiencia cinematográfica se reducía a componer la canción «Santa» por el film del mismo nombre. Eso ocurrió unos meses antes de la aparición milagrosa de Marlene.
En 1930 había tenido, sin embargo, otra experiencia curiosa. Ganó el tercer lugar en un concurso que se organizó para la mayor gloria de la actriz texana Ann Harding.
Tenía Lara entonces 35 años cuando le entró el ataque de amor por Marlene y el fuego de tal pasión se fue a convertir en un poema musical del que nos llegó la letra que dice así:
«Con siete lunas nuevas se ha pintado el pálido relieve de tu cara: las playas de tus ojos se han llevado el último cantar del Yoshivara.
Lirio de Shanghai grácil porcelana.
Inquietante viajera del amor.
Tiene tu mirar lo incierto del mar y una trémula angustia de flor.
En tu leyenda hay sombra que se vuelve luz un cielo gris que tu alma convirtió en azul.
Lirio de Shanghai loto desmayado.
Yo te haré olvidar las bocas del puerto que te hayan besado.
Lara confesaría que vio la película cinco veces y su amor por Marlene Dietrich crecía en cada ocasión….