¿Abdicará Francisco el próximo mes de enero?

Viernes 13 de diciembre de 2024

Por Fray Alexis Bugnolo

Recientemente, el destacado periodista italiano, Andrea Cionci, en una Conferencia en Namur, Bélgica, el 23 de noviembre de 2024, declaró que tiene fuentes que dicen que el Papa Francisco ha decidido renunciar al Papado en enero de 2025.

Sin embargo, el Papa Francisco ha insistido repetidamente en que no renunciará.

Luis Badilla informó el 24 de agosto de 2021, por ejemplo, que el Papa Francisco no tiene intención de renunciar por razones de mala salud.

El 13 de diciembre de 2023, cuando declaró que no tiene intención de dimitir, como informó Vatican News.

El 14 de enero de 2024, cuando durante una entrevista declaró que no tiene intención de dimitir, según informó Crux Magazine.

El 19 de marzo de 2024, cuando la BBC informó de que había «puesto fin a los rumores sobre su dimisión».

¿Fueron todos estos desmentidos un caso de «protestas demasiado»?

Tal vez, porque en octubre de 2024, el Papa Francisco dijo algo diferente, cuando Aleteia, que trabaja en estrecha colaboración con el programa de desinformación de la CIA, informó que en su nueva Biografía -que estaba destinada a ser publicada después de su muerte- se revelará en enero que ha declarado que está dispuesto a renunciar si sus problemas de salud se vuelven intratables.

¿Se trata de confundir la fecha de publicación del libro con la supuesta fecha de la dimisión?

Tal vez.

Pero está claro que la salud del Papa Francisco se está deteriorando más rápidamente, y que su reciente nombramiento de cardenales tenía la intención de ser una oposición desesperada a la patada que recibió por su herética ‘Fiducia supplicans’, el año pasado por estas fechas.

Normalmente un Papa nombra cardenales sólo cada dos años, pero tanto en 2023 como en 2024 ha nombrado cardenales.

Y esto significa que él mismo sabe que su tiempo es corto. Y por tanto, quizás haya algo de cierto en que dimitirá en enero.

Se puede suponer que los cardenales, viendo los balances en declive del Vaticano, le aconsejarían hoscamente que dimitiera, porque si lo hiciera, el año jubilar sería un éxito, y todos los peregrinos tendrían una razón adicional para venir a Roma: ver a su sucesor.

Sin embargo, muchos de los que han analizado la psicología de Jorge Mario Bergoglio han afirmado que nunca renunciaría a ser el centro de atención.

Y de hecho, connotados reporteros se han equivocado mucho en el pasado sobre estos temas, como cuando Caterina Maniaci, el mismo día del reportaje de Luis Badilla antes citado, dijo que el Papa Francisco estaba a punto de aprobar una nueva ley que sugería a los Papas retirarse a los 80 u 85 años de edad. Cosa que nunca ocurrió.

Como observé hace años, una abdicación papal del Papa Francisco es políticamente imposible.

Porque al renunciar, o bien planteará otra renuncia falsa, como su predecesor el Papa Benedicto XVI, para ocultar el hecho de que su propia elección fue canónicamente inválida, o tiene que plantear una renuncia válida, cuyo texto demostrará que Benedicto XVI nunca renunció válidamente. 

Así que está enredado en la Trampa del Papa Benedicto XVI – una trampa que objetivamente está ahí, incluso si usted niega que el Papa Benedicto XVI la colocó intencionalmente para capturar a su impío rival.