El escándalo de La Última Tentación de Cristo
Miércoles 24 de julio de 2024
Un día Martin Scorsese y Willem Dafoe escandalizaron al planeta con «The Last Temptation of Christ» (La última tentación de Cristo – 1988).
El director Franco Zefirelli (creador de la miniserie Italo-británica «Jesus de Nazareth») había dicho : “Quisiera ver quemada la película de Scorsese y a lo mejor a él también”.
Sin duda, esta es la película más polémica de Martin Scorsese.
La última tentación de Cristo es un relato de ficción, no bíblico, basado en la novela homónima de Nikos Kazantzakis.
La película fue un auténtico escándalo aún antes de ser estrenada. Pretendía una visión de Cristo más cercano a lo humano que a lo divino.
Muchos grupos católicos y evangélicos pusieron el grito en el cielo y llamaron al boicot del estreno. El mismo Juan Pablo II la calificó de blasfema. Fue prohibida o censurada durante años en Turquía, México, Chile y Argentina.
La gran controversia venía de un rumor (previo al estreno) que hablaba sobre una escena de sexo entre Jesús y María Magdalena.
La realidad es que la película relataba una suerte de «ensoñación» de Jesús en plena crucifixión, en la que un supuesto Ángel llega a liberar al Cristo de su martirio para que pueda vivir una vida ordinaria al lado de María Magdalena, quien queda embarazada (a la manera usual y terrenal…digamos).
María Magdalena fue encarnaba por Barbara Hershey y no fue un personaje secundario.
Scorsese le dedicó una gran atención en la historia:
«¿Acaso las mujeres no tienen alma? ¿Y, por consiguiente, por qué no podían participar en la última cena?» se cuestionaba el director en una entrevista.
La ira de los creyentes mostró una singular violencia que llevo a hechos como los sucedidos el 23 de octubre de 1988 en París, en donde un grupo de católicos arrojó cocteles molotov contra el cine Saint Michel. El resultado, catorce personas heridas.
Sin embargo, la critica se rindió ante la visión del director de Taxi Driver: Janet Maslin, del New York Times, señaló que el filme “redefine la divinidad por elección” con su retrato de un Cristo humano, lleno de dudas y miedos.