Las aventuras galantes de Batman, el caballero de la noche
Jueves 20 de junio de 2024
Adam West, el actor que interpretó a Batman, superhéroe de la serie televisiva, murió hace seis años, el 9 de junio de 2017.
Wesr solía tener sexo con sus fanáticas en el estudio de grabación, incluso con el disfraz puesto.
Estuvo con ocho mujeres al mismo tiempo e inició a Burt Ward, (Robin), que era un joven inexperto.
“En los 60, época del amor libre, se tiraban sobre nosotros”, explicó.
Mucho antes de los Batman actuales, oscuros, retorcidos, posmodernos, Adam West nos deleitó con uno cómico, kitsch, colorido y pop, casi de Andy Warhol.
A seis años de la muerte del actor, a los 88 años, el 9 de junio de 2017 en Los Ángeles, su superhéroe sin superpoderes brilla como una luminosa anomalía televisiva entre los Batman de DC Comics y de los grandes estudios cinematográficos.
Hasta el cuerpo de West -comparado con los Hombres Murciélago que lo sucedieron- tenía cierta indefinición sedentaria y un traje que no lo reforzaba con prótesis pectorales y abdominales: apenas le remarcaba el volumen genital.
Este tema parece menor, y tal vez lo sea, pero le provocó un escandalete con una liga de madres católicas y la vaga envidia de Robin (Burt Ward), que denunció que a Batman le rellenaban los slips y las calzas mientras que a él querían darle una imagen de eunuco y hasta le pidieron que hiciera un tratamiento hormonal para reducir el tamaño de su pene.
Se decía que West/Bruno Díaz/Batman y Ward/Ricardo Tapia/Robin eran pareja.
¿En qué se basaban para considerarlos gays? ¿En que Batman ignoraba las provocaciones sensuales de Gatúbela? ¿En que no mostraba el suficiente ímpetu hacia la casta Batichica? ¿En que Robin carecía de la virilidad de Superman? Ouch, la realidad indica que West y Ward fueron dos mujeriegos que aprovecharon su fama y los albores de una revolución sexual para convertir al set en un edén de desenfreno y lujuria del que solo quedaban afuera -hasta donde sabemos- Alfred, el mayordomo, y la tía Harriet.
El desenfreno sexual del dúo dinámico
Según el diario británico Daily Mail, West y Ward tenían sexo exprés con fanáticas a las que les permitían entrar al estudio en donde se grababa la serie.
Incluso, ambos actores practicaban el “touch and go” con los disfraces puestos: a veces porque, entre escena y escena, no tenían tiempo de quitárselos; otras, porque se adaptaban a las fantasías de ciertas chicas.
“Por las limitaciones del disfraz, tenías que practicar rapiditos”, especificó William West Anderson, nombre completo de Adam West, mucho después de terminada la serie, que tuvo 120 capítulos plagados de diversión, acción, comicidad -no siempre entendida- y onomatopeyas.
Para envidia de muchos ex niños que seguían el programa, el autor de esta nota entre ellos, West contó: “Burt y yo éramos como dos chicos en una pastelería. Estábamos en los 60, épocas de amor libre, swingers y mujeres lanzándose sobre nosotros. Me acuerdo de una noche en que tuve sexo con ocho mujeres. Orgía es una palabra dura, pero en esa ocasión fueron ocho. Tenía a compañeras actrices esperándome en el camarín desde las 7.45 de la mañana”.
En una fiesta sexual, West y Frank Gorshin, El Acertijo, uno de los villanos de la serie, vieron la tarjeta roja poco después de haber llegado por (sobre) actuar en lugares indebidos.
“Entramos e inmediatamente me metí en el personaje de Batman, y Frank se metió en el personaje de El Acertijo. Nos reímos mucho. Fue tan divertido para nosotros que nos expulsaron de la orgía”, recordó.
Si analizamos su biografía, notamos -¡santo descubrimiento!- que el actor no tuvo ataduras legales durante sus años salvajes como Batman.
West se casó tres veces. Su primer matrimonio fue con Billie Lou Yeager y duró desde 1950 hasta 1956. El segundo, con Frisbie Dawson, fue un poco más breve, desde 1957 hasta 1962. En 1970, ya en la era postBatman, a los 42 años, se casó con Marcelle Tagand Lear, su esposa hasta que la muerte los separó en 2017: récord total, casi medio siglo.
En síntesis, durante la época de la serie, desde 1966 hasta 1968, West fue un hombre soltero o, si prefieren, doblemente divorciado.
Iniciador de Robin
Adam West le llevaba 17 años a Ward y, desde el comienzo de la serie, lo guió en su iniciación sexual como un padre antiguo a su hijo. Sólo que el Joven Maravilla no era un adolescente: tenía 21 años y una experiencia limitada o nula.
En su libro de memorias, titulado “Boy Wonder. My Life in Tights” (“Joven Maravilla. Mi vida en calzas”), Ward escribió: “Hasta la serie sólo había salido con unas pocas chicas, pero no había pasado nada. Adam me arrastró a las mayores aventuras sexuales que se pueda imaginar. De nada a todo. Sexo salvaje, y sin parar. Eran los años 60. En medio de la revolución sexual nosotros teníamos un éxito televisivo”.
En el mismo libro, el actor, hoy de 77 años, confirmó lo que West había contado en algunas pocas entrevistas: “En el estudio de grabación sucedían cosas mágicas. A las siete de la mañana estábamos maquillándonos y un alud de mujeres nos invadía, nos rodeaba. Teníamos sexo detrás de los decorados, entre escena y escena, en nuestros trailers, en todos lados. Y, los días en que no rodábamos, hacíamos presentaciones promocionales, y en esos momentos todo se potenciaba. No parábamos nunca”.
En su autobiografía, incluso reveló que una de las fantasías de West era hacer un batitrío con Yvonne Craig, la actriz de Batichica.