La Inteligencia Artificial se basa en la vigilancia masiva

Domingo 26 de mayo de 2024

Meredith Whittaker dijo que la preocupación por la vigilancia y la IA (Inteligencia Artificial) son «dos enfoques de la misma cosa».

Las herramientas de inteligencia artificial que procesan números, generan textos y vídeos y encuentran patrones en los datos, se basan en la vigilancia masiva y ejercen un control preocupante sobre nuestras vidas, declaró el jueves a la AFP el jefe de la aplicación de mensajería cifrada Signal.

En VivaTech (París), Meredith Whittaker se opuso al entusiasmo incondicional de los participantes en la conferencia más importante de Europa sobre empresas emergentes, en la que los actores del sector alardean de los méritos de sus productos, y afirmó que las preocupaciones sobre la vigilancia y sobre la inteligencia artificial son «dos enfoques de la misma cosa».

«Las tecnologías de IA de las que hablamos hoy dependen de la vigilancia masiva.

«Requieren enormes cantidades de datos que son los derivados de este modelo de negocio de vigilancia masiva que surgió en los años 90 en Estados Unidos, y que se ha convertido en el motor económico de la industria tecnológica».

Whittaker, que pasó años trabajando para Google antes de ayudar a organizar una huelga de personal en 2018 por las condiciones de trabajo, estableció el AI Now Institute en la Universidad de Nueva York en 2017.

Ahora hace campaña por la privacidad y despotrica contra los modelos de negocio construidos sobre la extracción de datos personales.

Y tiene claro que no confía en que la industria de la IA se esté desarrollando en la dirección correcta.

Los sistemas de IA están ávidos de datos que introducir, pero también producen grandes cantidades de datos.
Incluso si es incorrecta, dijo, esta producción «tiene poder para clasificar, ordenar y dirigir nuestras vidas de un modo que debería preocuparnos igualmente».

Y señaló los desequilibrios de poder creados por una industria controlada por «un puñado de gigantes de la vigilancia» que «en gran medida no rinden cuentas».

«La mayoría de nosotros no somos usuarios de la IA», afirmó.
«La mayoría de nosotros estamos sometidos a su uso por nuestros empleadores, por las fuerzas del orden, por los gobiernos, por quienquiera que sea».

«Tienen sus propios objetivos, pero puede que no sean objetivos que nos beneficien a nosotros o que beneficien a la sociedad».

Dijo que un ejemplo sorprendente era la forma en que a las empresas de IA les gustaba decir que estaban ayudando a encontrar soluciones a la crisis climática.

En realidad, dijo, estaban recibiendo dinero de empresas de combustibles fósiles y su tecnología se estaba utilizando para encontrar nuevos recursos que extraer.

«Porque, claro, ¿dónde están los ingresos? No está en salvar el clima», dijo.

«Está en los contratos masivos con BP, con Exxon, con otras grandes compañías de petróleo y gas».

En última instancia, argumentó que los europeos no deberían pensar en competir con las grandes empresas estadounidenses de IA.

Otra opción podría ser «reimaginar una tecnología que pueda servir a sociedades más democráticas y más defensoras de los derechos o pluralistas».