La terrible persecución silenciosa: mujeres y niñas cristianas secuestradas y violadas
Por Luca Volonté
Nosotros no nos quedamos callados, el silencio cómplice del mundo de los medios de comunicación guarda silencio sobre los horribles crímenes que en las últimas semanas se están cometiendo contra decenas y cientos de niñas y mujeres cristianas en todas partes del mundo.
Secuestradas, violadas, obligadas a convertirse al Islam, esclavizadas y finalmente utilizadas como bombas humanas.
Ningún periódico europeo ha escrito una sola línea sobre esta tragedia, ninguna feminista ha alzado la voz, ningún responsable institucional ha expresado una palabra de condena.
Nosotros, con tu ayuda, seguiremos trabajando para concienciar y dar a conocer estas tragedias y este genocidio que afecta especialmente a las mujeres y niñas cristianas.
En Egipto, el nuevo Informe: «Jihad del útero: trata de mujeres y niñas coptas en Egipto», ha revelado la dramática tragedia de las mujeres y niñas cristianas coptas secuestradas.
Entre los muchos horribles testimonios el de un sacerdote de la región de Minya que declaró que al menos «15 niñas desaparecen cada año solo en la zona donde vivo … Las mujeres que desaparecen nunca se encuentran y deben vivir una pesadilla inimaginable, la gran mayoría de estas mujeres nunca se reencuentran con sus familiares o amigos hasta la muerte ”.
La policía suele afirmar que las mujeres y las niñas acompañan a sus secuestradores de manera voluntaria, un argumento que se utiliza a menudo en países donde las minorías religiosas vienen secuestradas regularmente y forzadas a casarse.
En los últimos años se han registrado alrededor de 500 casos que se han multiplicado solo en el último año, en particular se ven afectadas las niñas y mujeres de la comunidad cristiana copta.
Los grupos musulmanes salafistas organizados en Egipto están comprometidos en difundir la «Jihad del útero», los musulmanes extremistas secuestran a niñas y mujeres cristianas para dar a luz a niños musulmanes.
Una doble violencia, una persecución inaceptable y terrible.
Yustina Attia, Lisa Mansi, Marina Shai, Beni Suef, Vivian Youssef, Merai Sobhy son solo algunas de las niñas entre 14 y 23 años secuestradas, cuyos nombres conocemos pero no sabemos dónde, cómo y en qué condiciones viven hoy.
La policía guarda silencio y niega la realidad, en Egipto la plaga de la esclavitud y la persecución de los cristianos azota a las niñas y mujeres.
No podemos quedarnos callados, debemos romper este silencio internacional cómplice.
La furia hacia las niñas y mujeres cristianas no se detiene con los grupos islamistas egipcios, ahora es un fenómeno y un flagelo de todo el Islam.
No es sorprendente que grupos del Estado Islámico activos en el sur de la India, aún en las últimas semanas, fueran descubiertos en su tráfico de muchachas cristianas y niñas que fueron torturadas, violadas y forzadas a llevar a cabo ataques en nombre del amor por la «Jihad».
Lo llaman «Love Jihad», 21 niñas y niñas cristianas solo en el estado de Kerala fueron secuestradas y sometidas a estas violentas ‘conversiones’ y luego se suicidaron en ataques contra miembros de su propia comunidad cristiana.
El extremismo islámico insulta la palabra «amor» y secuestra, viola, esclaviza y mata a niñas y mujeres cristianas en el silencio de los «políticamente correctos» de los medios de comunicación mundiales.
La persecución a los cristianos ha alcanzado un nivel de barbarie sin precedentes, ahora niños, niñas y mujeres son los objetivos de los degolladores.
Nosotros, con tu ayuda, no guardaremos silencio y seguiremos pidiendo que el mundo acabe con esta plaga sin precedentes.