ASTOR PIAZZOLLA Y LIBERTANGO
Sábado 23 de septiembre de 2023
«Sí, es cierto, soy un enemigo del tango; pero del tango como ellos lo entienden. Ellos siguen creyendo en el compadrito, yo no. Creen en el farolito, yo no. Si todo ha cambiado, también debe cambiar la música de Buenos Aires.
Somos muchos los que queremos cambiar el tango, pero estos señores que me atacan no lo entienden ni lo van a entender jamás. Yo voy a seguir adelante, a pesar de ellos»
Esa es la idea rupturista que tenía en la cabeza el gran Astor Piazzolla, desde mucho antes de componer «Libertango» allá por 1974, una pieza que en su nombre declaraba sus intenciones y anhelos, la necesaria libertad a la hora de concebir una nueva forma de hacer tango.
Piazzolla había estado tentando de convertirse en compositor de música clásica, pero en el curso de sus estudios con Nadia Boulanger esta le convenció, tras tocar Piazzolla uno de sus tangos, de que no renunciase a sus raíces: «No abandone jamás esto. Ésta es su música. Aquí está Piazzolla» le dijo.
Piazzolla con el tiempo recordaría su figura e influencia: «Ella me enseñó a creer en Astor Piazzolla, en que mi música no era tan mala como yo creía. Yo pensaba que era una basura porque tocaba tangos en un cabaré, y resulta que yo tenía una cosa que se llama estilo…»
Y así nació una nueva forma de entender el tango que recibía con él influencias de la música clásica y hasta del jazz.
En el mismo cóctel de su música quedaban mezcladas las influencias de tangueros como Gobbi y Pugliese con músicos barrocos como Bach o contemporáneos como Bartok, aderezado todo ello con unas gotitas de Gershwin y media rodaja de Stravinsky; todo en su justa medida, mezclado y no agitado, hasta conseguir una música totalmente nueva y maravillosa.
No fue bien recibido; se le tachó de snob, de rupturista y fue muy criticado por los ortodoxos del tango que lo consideraban un hereje.
Tan solo en sus últimos años de vida empezó a recibir el reconocimiento que merecía, hasta llegar a ser considerado hoy en día uno de los músicos más importantes en la historia de Argentina.
Y quizás sea un poco incomprensible el homenajear a Astor Piazzolla sin verlo a él directamente ejecutar «Libertango», pero ciertamente no hay grandes vídeos para hacerlo -ya lo haremos más adelante con esa otra maravilla que es «Adios Nonino».
La versión que traemos corre a cargo de Mario Stefano Pietrodarchi
Esta entrada, junto a todas las anécdotas e historias que aquí contamos y casi siempre con algún pequeño contenido extra, están condensadas, ordenadas y disponibles en el BLOG: «ANÉCDOTAS DE CINE, MÚSICA Y ARTE». (Paco López)