Religión

Cuando Santa Rosa de Lima defendió los templos de los herejes

Spread the love

Sábado 16 de septiembre de 2023

En 1615 una grave noticia sacudió Lima: una flota de barcos saqueadores liderada por Joris Spilbergen se dirigía a la ciudad para saquearla. Los corsarios provenientes de los Países Bajos querían llegar al puerto del Callao.

Ante la noticia, muchos limeños huyeron de la ciudad. Se dirigieron a los alrededores a esperar que el ataque pase.

Sin embargo, Rosa de Lima, acudió al convento de San Domingo y comenzó a rezar pidiendo a Dios que salvara a la ciudad. 

Alentó con liderazgo a las mujeres a rezar juntas para que los piratas no desembarquen y no se realicen profanaciones.

Ante la inminente llegada de los piratas, Santa Rosa se remangó las vestimentas y se puso frente al Santísimo. Estaba dispuesta a usar su cuerpo para defenderlo, pues se sabía que los piratas (eran herejes que) profanaban los templos.

Al llegar la noche, la santa estaba con toda la intención de defender a Cristo Eucaristía, su amado “esposo”. Tanto es así que le dijo a su mamá, María de Oliva, que “los iba a ‘rendir a todos’ con el rosario que tenía en sus manos”, cuenta la Enciclopedia Católica.  

“Yo rogaré a los herejes que no me quiten la vida de un golpe, sino que poco a poco me vayan desmembrando y me vayan haciendo menudos pedazos y dividiendo cada miembro en pequeñas partículas, con el fin de que todo el tiempo que en esto se ocuparen se detengan en ejecutar las injurias, que temo ¡ay de mí! Han de hacer después a mi dulce esposo”.

Los piratas nunca llegaron. Por razones que nunca se supieron, el capitán Spilbergen desistió del ataque. Los limeños atribuyeron esto a las oraciones de Santa Rosa.

Deja una respuesta