El Negro José
Jueves 31 de agosto de 2023
El Negro José era un joven uruguayo que el argentino “Chato” Ternavasio se encontró bailando candombe en un humilde club del barrio Buceo de Montevideo, Uruguay.
El “Chato”, quedó sorprendido de su baile y de su manera de tocar el bongó. Esa fue la inspiración que tuvo hace más de 30 años, el salteño Roberto Ternán para componer “Candombe para José”.
Esta canción ha recorrido el mundo entero, traspasando fronteras tanto geográficas como musicales.
Ha sido musicalizada en distintas versiones, pasando de un género musical a otro, constituyendo diferentes significados en contextos sociopolíticos particulares, y especialmente popularizada como cumbia.
El primero en grabar “Candombe para José” fue el grupo “Los Tucu Tucu”, incluyendo esta canción en el disco “De cara al sol” de 1973. Ellos popularizaron esta canción, especialmente en el norte de Argentina, donde Illapu la conoció en una de las peñas folklóricas a las que asistieron en esa zona.
Tres años después se popularizó en Chile esta canción en una versión hecha por Illapu, manteniendo el ritmo de candombe, pero caracterizada por la particular sonoridad andina de este grupo, constituyéndose entonces en algo así como un «candombe andino».
Otra versión de la llegada de este clásico a Chile, que nos comparte uno de nuestros lectores, sería a través del conjunto de folklore andino Los Sachas de Antofagasta, el cuál la grabó antes que Illapu en un disco de vinilo sencillo que al reverso contenía una versión del Pájaro Campana.
Aunque esta última canción si fue muy divulgada, la versión antofagastina del Negro José no tuvo éxito ya que el sello y las radios consideraron que una de sus estrofas -la cual fue incorporada por Los Sachas- era demasiado conflictiva dado el contexto de fuerte censura imperante durante la dictadura.
Con el golpe de Estado de 1973 la música en Chile sufrió un importante repliegue: la música de raíz folclórica, especialmente ligada a la Nueva Canción, fue silenciada a través de la violencia de Estado y por la proscripción de los instrumentos andinos.
Sin embargo, Illapu siguió actuando después del golpe militar, pues en primera instancia su perfil no fue tan acusado como otros grupos identificados con la Unidad Popular, lo que permitió que incluyera «Candombe para José» en el disco «Despedida del pueblo», editado en 1976.
Durante la dictadura militar “Candombe para José” tomó una nueva significación que la hizo constituirse en un himno al interior de los campos de concentración.
Representaba tanto la alegría como la tristeza: los presos políticos entonaban esta canción cada vez que llegaba un nuevo preso, o alguno salía en libertad, o bien, para apoyar a alguien que era torturado o recibía un castigo.
Los presos cambiaron el texto original de “Arriba Negro José” por “Ánimo Negro José”, regalando un abrazo en una canción.
Pero a pesar de la dictadura, la cumbia seguía, y con tanta fuerza que hacía bailar hasta a los más patitiesos.
En Coquimbo estaban Los Viking 5 haciendo cumbias, quienes, en un viaje a Santiago se encuentran con Illapu compartiendo el mismo sello discográfico, circunstancia en la cual escuchan «Candombe para José», les gusta y la hacen cumbia.
En el Long Play «Cumbias riquitas» de 1976 se edita «Candombe para José» en versión cumbia viking, con su particular estilo y su sonido guitarrero.
Tal fue el éxito de esta versión cumbianchera, que según cuentan los mismos Vikings, les dios 5 discos de plata (20 mil copias vendidas) y una gira por Argentina en 1978.
No es menor el hecho de que Los Vikings, grupo característico de la ciudad de Coquimbo, culturalmente más cerca de Perú, la cultura andina, y otras naciones (ciudad puerto) que de la capital de Chile, hayan tenido como primer éxito esta canción que habla de «un pueblo olvidado», de «danzas de morenos» y de la historia del «amigo Negro José».
Pero también resulta llamativo el hecho de que este primer éxito de un grupo cumbianchero tan importante como Los Vikings 5, no haya sido originalmente una cumbia, sino que un candombe un tanto híbrido (medio zamba, medio andino) cumbianchado por ellos, lo que pone en discusión los conceptos de originalidad y de géneros musicales de fronteras fijas.
En 1978, luego de una gira por varios países latinoamericanos, la dictadura chilena prohibió a los integrantes de Illapu regresar al país, por lo que debieron quedarse viviendo diez años de exilio en Francia primero y México después.
Ese mismo año, la Sonora Palacios edita su disco “Lo Mejor de Sonora Palacios” en el que se incluye su versión de “Candombe para José”, siguiendo el arreglo de Los Vikings 5 en ritmo de cumbia, pero con la instrumentación propia de las sonoras.
Esta versión cumbianchera del “Candombe para José” se popularizó en gran medida, especialmente por su ritmo festivo, la hizo recorrer toda América latina, siendo incluso incluida en el repertorio de la Sonora Dinamita de Colombia.
Gracias al éxito que tuvo la grabación de “Candombe para José”, la Sonora Palacios obtuvo el reconocimiento por medio de un Disco de Oro, aspecto que resulta al menos paradojal cuando quienes trajeron esta canción a Chile tenían prohibido su ingreso al país, y su música estaba proscrita.
Años después, esta misma canción cambió de nombre, dejando de lado su alusión al ritmo (que ya no le correspondía), llamándola directamente como su personaje: “Negro José”.
En 1985 Los Vikings 5, la incluyen en su disco Grandes Éxitos con este nombre.
Este “Negro” era uruguayo, se hizo conocido en Argentina y llegó a Chile representando quizás a cuántos personajes de cuántas de nuestras historias.
A cuántos amigos les decimos “Negro” por cariño, por su alegría y su buena voluntad. Quizás cuántos “negros” hubo en los campos de concentración que se ayudaron y solidarizaron unos con otros para salvar tal vez cuántas vidas. Cuántos “negros” no pudieron salvarse.
Lo que sí sabemos es que hubo uno, que a través de la música, fue capaz de darles ánimo cuando más lo necesitaban, de regalarles un abrazo en una canción.