Opinión

El Salón de los Retratos de Morena Yucatán

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Miércoles 5 de julio de 2023

Por Francisco Javier Pérez y Pérez

«El objetivo de tomar fotos es evitar tener que explicar las cosas con palabras» – Elliot Erwitt

Hasta el tugurio más feo tiene en la puerta un cartel que dice: «Nos reservamos el derecho de admisión».

Desde la elección del 2021 hasta la fecha actual, Morena Yucatán se ha convertido en la casa de la dirigencia priista.

Basta con observar cuántos ex presidentes del PRI se encuentran ya en las filas de Morena: Mauricio Sahuí Rivero, Francisco Torres Rivas, Carlos Pavón Flores y Alaine López Briceño, esta última colaboradora directa del actual senador del PAN y ahora neomorenista, Raúl Paz.

Es evidente que Morena ya está preparando una gran pared en sus instalaciones, al estilo de la «casa del pueblo», para exhibir en su «Salón de los Retratos», las fotos de los ex presidentes del Comité Directivo Estatal del PRI y posiblemente de otros destacados miembros.

Incluso podría incluir un «Salón de los Gobernadores», que posiblemente comenzaría con la foto del ex gobernador Rolando Zapata.

Por ahora, acumula más ex presidentes del PRI de los que ha tenido morena en su propia historia desde su formación en Yucatán.

Solo le faltaría tener a Nerio Torres Arcila y a Carlos Sobrino hijo, a quienes tal vez veamos en algún lugar o en el Partido Verde Ecologista para que puedan posar con su supuesta honestidad, una imagen que ha sido la forma de identificarse con la «4T», aunque estén muy lejos de los valores y principios que postula el partido y que nos vendieron como una mercancía novedosa que acabaría con la corrupción, dejaría fuera a los ladrones, encarcelaría a los ex presidentes y nunca más metería a la cárcel a los de abajo, sino únicamente a los «machuchones».

Algo que no sucedió, ya que los «machuchones» del PRI han ocupado posiciones de decisión en Morena Yucatán.

Quedaron muy lejos aquellas frases que decían que las escaleras se barren de arriba para abajo y aún más lejos, aquella que decía que el vino nuevo no se embotella en envases viejos.

Todo ese vino, que ya no es vino sino vinagre, hoy forma parte de la esfera política en Morena Yucatán, en esa botella nueva con etiqueta nueva y colores nuevos.

Sin duda, ha pasado de ser un simple vinagre a convertirse en un vinagre especial de consagración y perdón de los pecados.

Esas frases se han vuelto célebres, pero solo representan más de lo mismo, más demagogia que los políticos nos han vendido desde los años setenta en esa fraseología.

La militancia verdadera y real de Morena, aquellos que caminaron durante muchos años con el partido y que se consolidaron en 2017-2018 para la elección federal, ha sido olvidada.

No es malo que los partidos crezcan en cuanto a militantes y simpatizantes. Lo malo no está en sumar al ciudadano común, que puede o no votar por un proyecto político, que puede cambiar de partido porque la plataforma política de otro partido no le convence. Lo que no es válido, es promover y vender ser la diferencia, cuando en realidad no se es.

En ese juego de palabras, todavía habrá más desbandadas, tras la renuncia de una parte importante del PRI a nivel nacional.

El propio Gaspar Quintal Parra asegura que en el PRI estatal no hay cabida para los Judas, pero la mano que mece la cuna, (su mentor), Rolando Zapata, no tiene las mismas ideas ni los mismos datos.

Hoy en día, Rolando es quien mueve los hilos con su gente dentro de Morena. Por lo tanto, sería un acto de hombría acumulada, con una dosis de cinismo muy grande, que el actual dirigente del tricolor en Yucatán expulsara a su ex gobernador, cuando le debe todo, algo que, por supuesto, nos hace reír y no sucederá.

Morena deberá esperar otros movimientos a nivel nacional, lo que posiblemente desencadene otra oleada de cambios y, tal vez, incluso Gaspar Quintal termine en el partido guinda para completar el majestuoso salón de los retratos con orgullo priista.

Se repetirá el discurso de la mentira.

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