La Oración, diálogo de corazón a corazón
Viernes 9 de junio de 2023
Jesús dice:
Permaneced adheridos a mi amor. Yo soy la Raíz que sostiene el árbol de vuestra vida.
Yo soy la dulce savia que os alimenta y fortifica en vuestro caminar; vuestro árbol empieza a florecer y dar los primeros frutos para que muchos de mis hijos os acerquen y se nutran de vosotros.
Os invito a estar adheridos al madero de la cruz, árbol toscamente cortado, uniendo sus partes para darle su forma. El árbol de la vida se halla allí aprendiendo a sobrellevar la cruz de cada día, es decir, los afanes y dificultades del momento.
Sólo en Mí hallarás la luz, sólo en Mí encontrarás descanso. Yo soy el refugio divino para tus penas. Ven a Mí y hallarás las delicias para tu corazón. Póstrate ante mis divinos pies como lo hacía María y bebe de mi sabiduría hasta que tu espíritu quede saciado de Mí.
Mírame con amor y quedarás radiante: entrecrucemos nuestras miradas sin pronunciar palabras y hagamos de este momento un coloquio de amor en el que sobran las palabras porque la presencia es la mejor respuesta para expresar sentimientos de gratitud, de paz y de amor. Entrégame el cáliz de tu corazón, vacío, para llenarlo de los susurros de mi brisa suave y darte la plenitud. Mírame con los ojos abiertos a la fe y siente mi Corazón palpitante por ti. Haz de cada momento de oración, momentos verdaderos de adoración, ya que la oración es un diálogo de tú a tú y de corazón a corazón.
Estoy ávido de recoger las migajas de amor que me ofrecen los hombres, los leves instantes que llegan hacia Mí en el sagrario porque el tiempo no se los permite, ya que las cosas del mundo los absorben.
Regálame tu tiempo, porque tu tiempo es mi tiempo.
La oración es el alimento que fortalece la vida y el espíritu desgastado por el pecado.
Aliméntate diariamente bebiendo de la Fuente Divina que es mi Palabra.