EL odio de Francisco por la Misa en latín es ideológico
Jueves 11 de mayo de 2023
Francisco confirma que su odio por la misa en latín es ideológico, ya que el mayor «peligro» de la Iglesia hoy es la «reacción contra lo moderno» y critica la liberalidad de Juan Pablo II y Benedicto XVI
Cubre su odio diciendo que los tradicionalistas son ideológicos, y básicamente llama idiotas a sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI (en tantas palabras) por no tener la brillante previsión «pastoral» que él tiene: que la persecución es buena y «pastoral». …
De su charla con los jesuitas húngaros, según informa el periódico jesuita La Civiltà Cattolica:
[Pregunta:] El Concilio Vaticano II habla de la relación entre la Iglesia y el mundo moderno. ¿Cómo podemos reconciliar la Iglesia y la realidad que ya está más allá de lo moderno? ¿Cómo encontramos la voz de Dios mientras amamos nuestro tiempo?
[Francisco:] «Teóricamente no sabría responder a eso, pero ciertamente sé que el Concilio todavía se está aplicando. Se tarda un siglo en asimilar un Concilio, dicen. Y sé que la resistencia a sus decretos es terrible. Hay un apoyo increíble para el restauracionismo, lo que yo llamo “indietrismo” (atraso), como dice la Carta a los Hebreos (10:39): “Pero nosotros no somos de los que retroceden”.
El fluir de la historia y de la gracia va desde las raíces hacia arriba como la savia de un árbol que da fruto. Pero sin este flujo sigues siendo una momia. Retroceder no preserva la vida, jamás. Debéis cambiar, como escribió San Vicente de Lérins en su Commonitorio cuando señaló que incluso el dogma de la religión cristiana progresa, consolidándose con los años, desarrollándose con el tiempo, profundizándose con la edad. Pero este es un cambio de abajo hacia arriba.
El peligro hoy es el indietrismo, la reacción contra lo moderno. Es una enfermedad nostálgica. Por eso decidí que ahora el permiso para celebrar según el Misal Romano de 1962 es obligatorio para todos los sacerdotes recién consagrados. Después de todas las consultas necesarias, decidí esto porque vi que las buenas medidas pastorales puestas en marcha por Juan Pablo II y Benedicto XVI estaban siendo utilizadas de manera ideológica, para retroceder. Era necesario acabar con este indietrismo, que no estaba en la visión pastoral de mis antecesores.»
Un hombre ebrio de amor por la «era moderna»: le ha ido tan «bien» a la familia y a la Iglesia…