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El Chango Casanova, inspiración de la película Campeón Sin Corona

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Miercoles 28 de diciembre de 2022

Dentro de la época de los años treinta y cuarenta, el boxeo en México tuvo su apogeo más grande, ya que los fanáticos se entregaron al cien por ciento a dicho deporte y, entre los pugilistas que surgieron en aquellos años, hubo uno que rápidamente se ganó el cariño de todo el país y se convirtió en ídolo.

Sin embargo, cuando tuvo la oportunidad que tanto había estado esperando para convertirse en campeón mundial, subió borracho al cuadrilátero y terminó perdiendo trágicamente, algo que jamás se olvidaría.

Dicho boxeador fue Rodolfo “El Chango” Casanova, quien nació en León, Guanajuato un 21 de junio de 1915.

Fue tanta la fama que tuvo el pugilista considerado propiedad nacional, que hasta una película le hicieron en 1945, la cual, llevó por nombre: ‘Campeón sin corona’.

Apodado el “Chango” por su delgada figura y sus brazos largos, Rodolfo Casanova entró al mundo del boxeo desde los 14 años, demostrando su gran talento ante rivales más grandes que él.

Por si fuera poco, no fue hasta junio de 1932 cuando el mexicano peleó por primera vez como profesional ante el pugilista “Chato” Laredo, a quien venció y sirvió como trampolín para seguir haciendo crecer su fama con todos los fanáticos.

Así fue como El Chango Casanova cayó derrotado por subir borracho al ring

Aunque su primera pelea en los Estados Unidos no tuvo éxito, Rodolfo “El Chango” Casanova siguió trabajando arduamente para poder ganarse la oportunidad de ir tras un título mundial y así fue, ya que, en el año de 1934, el “Nevero de la Lagunilla” tenía todo para ser el máximo exponente de los pesos gallo.

Fue así como el “El Chango” Casanova conoció al puertorriqueño, Sixto “El Gallito” Escobar, quien sería su rival en Canadá para disputar el preciado título.

Cuando todo apuntaba a que el guerrero azteca sería quien saldría con la mano en alto por su estilo de pelear, a corta distancia y metiendo combinaciones letales, todo se vino abajo por una mala decisión de último minuto.

Y es que una noche antes de su gran pelea, al guanajuatense se le hizo fácil irse a un bar a tomar algunos tragos, pero, debido a que no midió las cantidades que ingirió, terminó borracho e inconsciente, una situación que tiró todo el trabajo que su equipo había estado realizando para su pelea.

Como si se tratase de un milagro, la esquina de “El Chango” Casanova logró reanimar al boxeador, pero este no se encontraba en condiciones para pelear. Sin embargo, lograron que diera el peso y se subiera al cuadrilátero, una acción que marcaría más tarde su vida.

Y es que “El Gallito” Escobar lo vapuleó de principio a fin, teniendo delante a un rival que no reaccionaba como era costumbre y al final, en el noveno asalto, terminó siendo noqueado por el boricua, perdiendo la oportunidad más grande de su vida.

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