BENEDICTO XVI REVELARÁ EL TERCER SECRETO DE FÁTIMA A MITAD DE LA GUERRA CON RUSIA
22 de septiembre de 2022
Por Juan Suárez Falcó
Queridos hermanos en la fe, os aconsejamos vivamente el visionado de este vídeo de John Henry Westen:
En él, el periodista católico norteamericano revela que los padres Grüner y Krämer dieron una charla en 2012 en el Fatima Center y dijeron que el Papa (no el antipapa que conviva con él) será el que revele las palabras de la Virgen explicando la visión del Tercer Secreto de Fátima, en mitad de una guerra con Rusia y de un gran evento en Irán.
Ésa parece ser la guerra actual, pero cuando se agrave en el momento en que Rusia invada Europa Occidental (algo que viene a su vez profetizado en Ezequiel 38, como tantas veces hemos contado).
Luego de esa revelación del tercer secreto, Benedicto XVI moriría asesinado, conforme a la visión del Tercer Secreto.
Seguirían a ello dos años de catástrofe, dicen los sacerdotes, tras los cuales, el papa que le siga a Benedicto XVI (es decir, Pedro romano) será el que consagre Rusia al Inmaculado Corazón de María.
Muchos de nosotros estábamos cavilando qué evento o suceso tendría que ocurrir para que se produjese el cisma (tan profetizado en el Libro Azul del Padre Gobbi o por el mismo San Francisco de Asís) y esta conferencia de ambos sacerdotes nos hace pensar que el cisma se producirá cuando Benedicto XVI, efectivamente, revele pronto el Tercer Secreto, porque en él, como sabemos, se habla de un falso papa usurpando la silla de Pedro, entre otras cosas.
Y de eso se derivaría el cisma, porque muchos se darían cuenta de que ese falso papa es Bergoglio.
A esto, Bergoglio responderá excomulgando a los que digan que el Papa verdadero es (era) Benedicto XVI.
Pero esa excomunión sería nula de pleno derecho, porque sólo el Papa verdadero puede excomulgar, y Bergoglio no es Papa.
Al «excomulgarnos», Bergoglio realmente estaría constituyendo, de manera formal, al resto fiel de la Iglesia.
La Iglesia verdadera, el resto fiel, la Mujer con dos alas huiría al desierto, pasaría a las catacumbas, siendo perseguida por la falsa Iglesia oficial y por los comunistas.
Mientras tanto, en Roma se quedaría esa falsa Iglesia de Bergoglio (el falso profeta), la gran prostituta vestida de rojo y púrpura (el color de las sotanas de los cardenales y obispos apóstatas que apoyen a Bergoglio, que serán la mayoría) que se prostituirá con el mundo, las Iglesias separadas e incluso las otras religiones, con la promesa de “crear unidad y fraternidad, y no diferencias”.
Será el anticristo el que pacificará la guerra, con su falsa paz masónica, bajo el lema de “paz y seguridad”. Pero eso ya es otro cantar…
Desde luego está todo muy cerca, porque la Guerra con Rusia está ya aquí y debe empeorar.