Gobierno de Madrid prohíbe manifestarse por la Hispanidad Católica
El pasado día 21 de junio, la Comunión Tradicionalista Carlista (CTC) comunicó la celebración de una concentración convocada para el día 28 de junio de 2020, de 12:00 a 13:00 horas, en la Plaza de Colón de Madrid (Jardines del Descubrimiento), con el lema «Por la Hispanidad Católica, contra el Nuevo Orden Mundial, no al «Black Lives Matter».
El objetivo de esta concentración era alertar a la población de la injusta persecución que está sufriendo, tanto en Estados Unidos, como en España, todo lo que represente el glorioso pasado católico, e hispano. Toda la población vive con preocupación los numerosos ataques vandálicos, cristófobos y xenófobos que están sufriendo estatuas en recuerdo de las grandes gestas hispanas. Figuras como Cristóbal Colón, Fray Junípero Serra o Miguel de Cervantes, entre otras, están siendo objeto de ataques xénofobos, y cristófobos, simplemente por representar la gloria del catolicismo, y de la hispanidad.
Es necesario recordar que el pasado 7 de junio, en pleno estado de alarma, cerca de 3.000 personas se reunieron ante la embajada de Estados Unidos, supuestamente para manifestar su rechazo al racismo, sin que la Delegación del Gobierno prohibiera dichas manifestaciones. Igualmente, resulta curioso que se luchara contra el racismo bajo el grito de «no puedo respirar», sin embargo, la verdad es que los que no podemos respirar somos los ciudadanos de bien, que precisamente no somos racistas a fuerza de ser católicos e hispanistas, y defendemos nuestro legado en la historia de nuestras tierras hermanas americanas, donde el mestizaje fue una realidad, tierras en las que la presencia hispana liberó a millones de indios de vicios como los sacrificios humanos, el canibalismo, la esclavitud, y la servidumbre.
Según la Delegación del Gobierno de Madrid, la concentración convocada por la CTC en contra del vandalismo que están sufriendo las estatuas de personajes de nuestra historia en todo el mundo, no se funda en una causa extraordinaria y grave que justifique la convocatoria, es decir, que la Delegación de Gobierno que permitió las concentraciones feministas del 8-M, que tan tristes consecuencias tuvieron en el contagio del COVID-19, o que permitió las concentraciones de los ultraizquierdistas ante la embajada de Estados Unidos, se permite el lujo de cercenar las libertades ciudadanas, por motivos meramente políticos.