SUICIDIO EN LA GLORIETA DE CIUDAD CAUCEL: LAS LECCIONES QUE HAY QUE APRENDER

LAS COSAS COMO SON

POR VICTOR F QUIJANO

El día de ayer acaparó la atención de todos los medios de comunicación y redes sociales el desafortunado evento donde una joven señora perdió la vida, al caer de una altura de más de treinta metros, de la cúspide de una torre de alta tensión, ubicada en la glorieta de conocida tienda de abarrotes.

Durante varias horas, las fuerzas de seguridad, paramédicos y bomberos, trataron de convencer a la dama en cuestión, para que desistiera del propósito de quitarse la vida.

Tristemente los esfuerzos fueron infructuosos, pues a pesar de cumplirle sus peticiones, como que le trajeran a su hermano y a su pareja sentimental (al parecer recluido en el CERESO de esta ciudad) , dado su estado emocional, no fueron argumentos suficientes para hacerla cambiar de opinión.

Varias personas entablaron diálogo con ella; desde miembros de su familia, pasando por negociadores capacitados, pertenecientes a  las fuerzas del orden.

Desde los primeros datos que se proporcionaron, se dijo que esta señora estaba recién salida del Hospital Psiquiátrico, por lo tanto, este caso se debía tomar de diferente forma por el estado mental y emocional de esta persona.

Yo creo y me atrevo a asegurar, que todos los involucrados hicieron hasta lo imposible por salvarle la vida, y considero INJUSTO que se les acuse de negligencia.

ANALICEMOS

Es sabido que el personal policiaco cuenta con todas las herramientas y capacitación necesaria para el correcto cumplimiento de su labor.

Pero no así los bomberos y rescatistas. Ellos operan con lo que tienen a la mano y tampoco podemos soslayar que este fue un evento NUNCA visto en el estado.

Creo firmemente que en lugar de señalarlos como CULPABLES O NEGLIGENTES, debemos como sociedad EXIGIR mayor y mejor capacitación para este sector tan importante en el organigrama de la seguridad en el estado.

Se rumora que los vehículos que se les asignan, son patrullas que ya concluyeron su vida útil.

Algunas voces se refieren a los motivos por los que no se usó el colchón inflable o la red y especulan con eso.

Primero debemos preguntarnos: ¿cuentan bomberos y socorristas con esos equipos?

No pueden utilizar algo que NO tienen.

Pero en este caso en especial, dadas las características de la torre, que es de forma triangular. El colchón o la red hubieran sido Ineficientes, pues la señora después de golpearse con la torre, termino EN MEDIO de ella.

No es lo mismo caer de un edificio rectangular, donde la gravedad hace que el cuerpo en su caída lo haga “a plomo”, cosa que no sucedió en esta ocasión, recordemos que es el primer suceso de esta magnitud.

Fue evidente el llanto de los rescatistas al concluir esta situación.

SON SERES HUMANOS y entiendo su frustración por NO haber podido salvar una vida.

Mi reconocimiento a todos ellos.

Antes de buscar culpables, mejor pidamos sean apoyados.

Mérida ya creció, y seguirá creciendo. Los edificios verticales cada día son más altos y requieren una renovación de los protocolos y los equipos.

Hay que adecuarse a los tiempos modernos, NO culpar a los que menos culpa tienen.

Espero que este trágico suceso haga que en el presupuesto de egresos del próximo año, se considere recursos suficientes y necesarios para subsanar estas carencias, para la capacitación y la compra del equipo indispensable para otros acontecimientos de esta naturaleza, que esperamos no ocurran, pero para los que hay que estar preparados.

Nos leemos la próxima.