La boda fifi de la discordia y el canibalismo de MORENA
La caída del ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo, fue producto del canibalismo de varios integrantes de Morena y del primer círculo del presidente Andrés Manuel López Obrador, quienes se la tenían sentenciada.
Nieto Castillo pretendía que su boda con la consejera del INE, Carla Humphrey, se llevara a cabo en la más absoluta discreción. Pero algunos morenistas tenían otros planes.
El primero en balconear la boda fue el director del Sistema Público de Radiodifusión, Jenaro Villamil, quien desde las primeras horas del pasado sábado posteó en su cuenta de Twitter “Feliz enlace matrimonial del doctor Santiago Nieto (@SNietoCastillo) y la consejera (@C_Humphrey_J)”.
Ese primer mensaje fue secundado poco después por el vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, y por otros personajes, entre ellos John Ackerman. Luego entró en acción el ejército de bots al servicio de la “4-T”.
Santiago Nieto Castillo, quien había servido fielmente como el brazo ejecutor de López Obrador para acalambrar a sus adversarios políticos, ya había caído de la gracia del presidente y de algunos morenistas.
El motivo fue que durante el reciente proceso electoral no se prestó a presionar a su novia –hoy esposa– Clara Humphrey, para que promoviera en el INE la ratificación de la candidatura de Félix Salgado al gobierno de Guerrero.
La forma en que el senador Salgado celebró la caída de Nieto Castillo lo confirma: “La que me tumbó, se lo llevó entre las patas. ¡Feliz luna de miel y que viva el amor! Cayó un apóstol y entró otro. ¡Dios es grande!”, escribió en su cuenta de Twitter.
López Obrador ya se quería deshacer de Nieto Castillo. Y ciertos caníbales, obedientes fieles, le hicieron al presidente el favor de poner la cabeza del ahora ex inquisidor, en bandeja de plata.