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Yucatán Primero

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Es innegable que nuestra entidad se ha visto afectada en los aspectos de salud y economía por la pandemia provocada por el coronavirus.

Es innegable que han habido afectaciones y que el proceder del gobierno del estado ha estado tapizado de errores y ha sido mal planeado y peor realizado.

Pero también es un hecho que nos guste o no, corresponde al gobierno del estado encabezar los esfuerzos y acciones tendientes a enfrentar la pandemia y reactivar la economía.

También es innegable que mucha gente considera la tarea de la oposición ser intransigente y contraria a todo acuerdo, así sea en beneficio de nuestra entidad y sus habitantes.

La premisa anterior, no aplica en el caso del senador Jorge Carlos Ramírez Marín, un legislador que siempre ha destacado por su capacidad como parlamentario, su disposición permanente para el diálogo y su habilidad para lograr acuerdos, sin importar la complejidad de los asuntos implicados.

Y es que la propuesta planteada por el senador Ramírez Marín en cuanto autorizar al gobierno del estado un crédito para reactivar la economía de nuestra entidad, procurando que se concentren recursos municipio por municipio, es interesante, porque implica una inyección de liquidez que es vida pura para cada localidad.

No es un aval irresponsable y sin restricciones al gobierno estatal. Es muestra clara de la voluntad de una oposición responsable, dispuesta a trabajar en equipo, mientras se busque el beneficio de Yucatán.

El poder político necesita contrapesos y la propia propuesta plantea esto mismo, al ubicar en el ámbito municipal los recursos, pues serán diputados y alcaldes de variopinta extracción partidista, los responsables de vigilar su aplicación.

Para nadie es atractiva la idea de endeudarse a largo plazo, pero hay que admitir que a veces es indispensable hacerlo para allegarse recursos para ciertos fines. En esos casos, es necesario poner candados, restricciones y vigilar la correcta aplicación de los recursos.

Porque una cosa es cierta y esa es que el gobierno federal no va a ayudar gran cosa y solo tratará de llevar agua a su molino y los yucatecos deberemos rascarnos con nuestras propias uñas.

Es por eso que el planteamiento del senador Ramírez Marín cobra relevancia y debe ser tomado en consideración, sin que esto signifique que no sea susceptible de ser enriquecido y complementado.

Ojalá que la opinión pública no se deje manipular en aras de filias y fobias o de intereses particulares, porque luego se queja la gente de que los responsables de gobernar, no cumplen con sus obligaciones de proponer e implementar.

No es momento de discordias, sino de procurar lo mejor para Yucatán y el beneficio de sus habitantes más vulnerables. Congruencia y madurez señores políticos; el pueblo sabrá agradecer o reclamarles.

La reactivación de la vida de Yucatán como entidad debe ser el objetivo común, no lo olvidemos. Que cada quien asuma las responsabilidades que le tocan.

Seguimos pendientes…

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