Advierte Agustín Laje que el “encierro total de largo plazo por COVID-19, es una política de muerte”
El periodista y escritor Agustín Laje, aseveró que para contrarrestar la pandemia del coronavirus, el aislamiento es una buena opción; sin embargo, “es una medida que extendida en el tiempo se vuelve tan o más mortal que la propia enfermedad, por lo que tiene que ser un recurso de cortísimo plazo”.
En ese contexto, criticó la “idiotez” de un gran sector de la población, quienes al estar sumergidos en su “reality show”, no tienen la más pálida idea de lo que está pasando en su exterior y piensa que tras quince días de encierro espectacular, volverán las cosas tal como estaban.
Dijo que otra realidad que preocupa en demasía, es que los gobiernos no tienen la menor idea de qué hacer en esta circunstancia inédita.
En un video de su canal de YouTube, con duración de casi 8 minutos, bajo el título: “La moral de reality show en tiempos de pandemia”, Laje expone la severa crisis económica mundial que se acerca y muchas personas aún no se dan cuenta y se ocupan en efectuar prácticas intrascendentes o fuera de lugar que consideran no tendrán consecuencias, como si estuvieran en un reality show.
“Esas ideas me preocupan: la idiotez me preocupa, porque como ya dije, idiota es aquel que vive al margen de la realidad”, puntualizó.
“La política del encierro, cuando se aplica sobre una población idiota es transformada por ésta última en reality show”, sostuvo.
“Etimológicamente hablando, Idiota proviene del Idios, griego, que refiere precisamente a aquella persona ensimismada, desprovista de acceso a los lugares comunes, privada en definitiva de la realidad; y qué es un reality show, sino no un conjunto de idiotas encerrados; es decir, de un conjunto de personas privadas del acceso común de la realidad”, estableció.
Recordó cuando algún participante del programa “Gran Hermano”, salía por fin de la casa después de varios meses de encierro, y “lo primero que hacía el conductor del programa, era ponerlo al tanto de la realidad; es decir, de todo lo que había pasado y estaba pasando, mientras el sujeto en cuestión había estado sumergido en semejante proceso de, literalmente hablando de idiotización, de volverlo a la realidad. Era una forma de quitarle lo idiota”, planteó.
En ese contexto, planteó que “el reality show nos permite, tal vez por primera y única vez en nuestras vidas, sentirnos autoridades morales: ¡Quédate en tu casa estúpido!, es el eslogan de moda, se siente bien en un mundo donde la libertad fue desligada de sus responsabilidad, sacar a relucir nuestro eventual cumplimiento de esta última proporciona sentimientos morales que muchas personas jamás han experimentado antes, porque jamás experimentaron el significado de la responsabilidad en primer término”.
“Escucho gente hablar de los cisnes, que por fin pueden nadar en los canales de Venecia. Escucho gente hablar de qué bien le está yendo a la flora y la fauna, ahora que hace apenas una semana y no más lo humanos nos hemos encerrado: ¡hurra por los delfines! (…)”.
“Escucho gente argumentar que el verdadero virus es el capitalismo como un trending topic de Argentina, cuando precisamente la fulminante crisis económica que vendrá, será causa de la inversión capitalista su producción e intercambio, todos estos ejemplos de cuán distanciada está la gente de la realidad creo que vale la pena ser mencionados”, remató.
“Y qué tal un mes, dos meses, tres meses de encierro, política de muerte, así de simple. Por eso el encierro total no puede ser una política de cortísimo plazo, porque su contrapartida se llama guerra civil; mientras tanto, el reality show continúa, la idiotización se extiende y la realidad, sin embargo, pegará muy duro en la sociedad del gran hermano”, culminó.