Un fenómeno llamado Sandro
Miércoles 19 de marzo de 2025
Hacia 1963 una compañía discográfica en Argentina incorporó a su elenco a un muchacho delgado, moreno, con gran simpatía que era capaz de atraer gente aun sin ser conocido, como cantante de rock and roll, el ritmo que por entonces predominaba.
Un disco sencillo conteniendo «¿A esto se le llama amor?» y «Eres el demonio disfrazado» fue la bomba que lanzó a un nuevo artista de nombre Sandro y los resultados superaron en un cien por ciento todas las esperanzas.
A partir de ese momento, se le veía en todos los bailes y espectáculos acompañado musicalmente por Los Fuego y efectivamente era fuego lo que brotaba de cada una de sus presentaciones.
Así inicia el fenómeno que encarna Roberto Sánchez Ocampo, conocido cómo Sandro, fue verdaderamente asombroso: que más allá de las docenas de éxitos, más allá de los innumerables discos de larga duración que grabó y de las películas realizadas y protagonizadas y de su inigualable renombre, Sandro también llamado «El Gitano del Fuego» y «El Puma», fue un personaje bastante contradictorio.
Vivió preocupado por la defensa de su intimidad, por el alejamiento casi caprichoso del mundo de la farándula, pese a pertenecer a el.
Sus Éxitos «Penas», «Mi amigo el puma», «Te propongo», «Rosa Rosa» entre otros, lo llevaron a una dimensión desconocida hasta entonces de fama y fortuna.
