Greta Garbo, La Esfinge
Martes 19 de noviembre de 2024
A Greta Garbo la llamaban “La Esfinge”, un apodo que, lejos de alabar sus dotes actorales, lo que quería es reflejar su carácter cerrado, su rotunda negación a compartir con el público algo de su vida privada.
A diferencia de otras mujeres, Greta Garbo se convirtió en objeto de deseo masculino por su ausencia, su carácter enigmático y el desconocimiento que tenemos de su vida privada fuera de la pantalla.
Greta Garbo era el prototipo de “mujer rebelde” que no encajaba en la sociedad patriarcal americana, puesto que nunca se casó, no tuvo hijos, era bisexual y nunca tuvo relaciones demasiado estables.
Además, no tenía un cuerpo y una apariencia que entrara dentro de los cánones de belleza femenina de la época, y se jubiló como actriz a los 36 años gracias al dinero ganado como estrella del naciente Hollywood de la época.