MORENA ha abaratado la política
Martes 23 de abril de 2024
Siguiendo el ejemplo de su fundador y líder, Andrés Manuel López Obrador, el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) mantiene una línea política que solo puede calificarse como populista.
Lo anterior, sin mencionar que al partido de marras, han llegado algunos personajes de izquierda radical, que buscan imponer en el país una agenda izquierdista de línea dura.
Personajes como Yeidckol Polenvsky, Citlalli Hernández, Gerardo Fernández Noroña, Lucía Trasviñas y un larguísimo etcétera lo comprueban a plenitud.
Incluso, sin tapujos recurren a la asesoría de extranjeros de la misma catadura, entre los que se cuentan vascos y venezolanos.
Todo ello es para preocupar, porque barrunta intransigencia, porque sugiere intolerancia, pero sobre todo, comprueba que están dispuestos a cualquier cosa, con tal de retener el poder, a la buena o a la mala.
Y es que muchos tememos que MORENA, en el ánimo de refrendar la presidencia de la república, recurra a las mismas malas mañas y marrullerías electorales con que se llevaban a cabo los llamados fraudes patrióticos (relleno de urnas, robo de ánforas, rasurado del padrón, ratón loco y cualquier cantidad de trapacerías qué sería prolijo enlistar).
Es curioso: quienes recurren a toda suerte de malas mañas, son precisamente quienes se quejan de guerra sucia, de sufrir las consecuencias del ataque de miríadas de bots y de las tácticas de compra y coacción del voto.
Tal y como sucede cuando el carterista despoja de su billetera a la víctima y para distraer la atención y alejar las sospechas de sí, grita de manera estentórea: ¡atrapen al ladrón!
Todo lo anterior redunda en un abaratamiento del discurso político, que se degrada y se pervierte, hasta rayar en los extremos de lo ramplón y la chabacanería, que resultan repulsivos para los especialistas, pero que tanto agradan al lumpen que integra la cientela electoral morenista.
Yucatán no es la excepción: lloriqueos, difamaciones y calumnias, la mayoría sin fundamentos, tergiversaciones de la realidad y promesas que se sabe son imposibles de cumplir, integran el caudal de estrategias a las que por costumbre, recurre MORENA.
Todo esto por el bajísimo nivel de sus candidatos, que a duras penas y con dificultades consiguen expresarse coherentemente en español y que no buscan otra cosa que atizar el rencor social y despertar sentimientos instintivos de esperanza en sus votantes.
Es penoso pues, reconocer y aceptar, que MORENA ha abaratado la política y reducido a un nivel ínfimo la calidad del debate político; y dado que su táctica es despertar los sentidos primarios en las masas, se pretende que el electorado reaccione de manera elemental, en vez de discurrir racionalmente.
Por eso MORENA se harta de coleccionar resabios del pasado e individuos con perfiles paternalistas que digan al pueblo todo aquello que desea escuchar, aunque resulte en la práctica, imposible de cumplir.
Debido al ansia de MORENA de animalizar la política, restringiendo el debate de ideas a la simple satisfacción de los sentidos, sin pasar por el análisis racional, es que conseguimos a duras penas, explicarnos la carencia de talento y originalidad en la postura opositora y sobre todo, sus claudicaciones ideológicas, alinéandose en aras del pragmatismo, en la misma línea de izquierda de sus antagonistas.
Nada bueno puede esperarse para nuestras patrias, grande y chica, en semejantes circunstancias: es hora de girar a la derecha.
Antes de que sea demasiado tarde…
Seguimos pendientes…
Dios, Patria y Libertad