Opinión

Desesperación en MORENA

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Sábado 20 de abril de 2024

La desesperación es mala consejera. Peor aún lo es tratándose de política, porque lleva a tomar medidas poco reflexionadas, cuyos alcances no se valoran en su exacta dimensión.

La desesperación conduce a la búsqueda de reflectores a toda costa, a intentar destacar de cualquier modo, a tratar de captar la atención sea como sea.

Y cuando se intenta ser protagonista sin reflexionar, generalmente las cosas salen mal y se obtiene lo contrario de lo que se buscaba.

Decimos lo anterior, en mérito de un par de cosas poco consideradas en el ámbito del partido guinda, a no dudar.

Inicialmente por la súbita incorporación de los hermanos Cervera Hernández a las filas de la mal llamada Cuarta Transformación.

En primer lugar, porque sumándolos, no hacen uno. Políticamente ni Víctor, ni Felipe valen nada por si mismos en cuanto liderazgos u operadores. Solo heredaron un apellido, mismo que se obstinan en denigrar.

En segundo lugar, porque los militantes morenistas no disciernen (pensar no es su fuerte), que cada vez que llega alguien de otro partido, ocupa un lugar que correspondería a un militante.

Es imposible entender como los morenos se avienen a alternar y convivir con todos aquellos a los que antaño combatían y criticaban. Porque ya todos esos personajes se encuentran en su partido.

En tercer lugar, porque al fracasar la estrategia de tierra, a falta de estructura y arrastre popular y basados en el criterio clientelar de la dádiva, se recurre a golpes de efecto mal dados y a la trillada estrategia de la victimización, intentando captar la voluntad (y el voto) de la gente, por interés o por lástima; y ya se sabe, lo mismo que en el amor, que estas tácticas no garantizan resultados, ni fidelidades a largo plazo.

Las elecciones no se ganan con marrullerías, ni ocurrencias y López Obrador nos ha vacunado por fortuna a todos en nuestra patria contra el voto visceral. La ciudadanía mexicana ha madurado y la yucateca mucho antes, así que no la podrán engañar.

Para concluir: sabemos que a muchos morenistas no les va a gustar esta medicina que hemos de prescribirles, porque sabe a realidad y por tanto su gusto es sumamente amargo y de difícil digestión, pero su eficiencia es harto probada: sométanse al crisol del cuestionamiento y aprendan a aceptar la crítica y mucho más aún, la disidencia.

No es muy adecuado lloriquear ante los señalamientos o la reprobación del público y la repulsa consecuente, pero peor aún es atribuirlos a conjuras o maquinaciones de los adversarios, sin aportar prueba alguna que sustente lo afirmado.

Observen con cuidado donde estamos: en una tierra reputada como tradicionalista y famosa por mantener sus valores, para bien o para mal. No pretendan ignorar el contexto en que se mueven y culpar a los contrarios de las circunstancias resultantes, ello lleva a divorciarse de la realidad.

Ojalá los aspirantes morenistas escuchen más y aprendan de los especialistas que pretenden ayudarlos. Ojalá y sean más humildes y practiquen esta virtud (la humildad), toral para quienes participan en política y no la dejen relegada a la pompa y parafernalia del discurso.

Consideramos que MORENA comete graves yerros al incorporar cascajo, en su desesperado afán de proyectar fortaleza y hacer sentir la inevitabilidad de su triunfo.

Con ello solo consiguen granjearse el repudio de la ciudadanía, que comprueba de este modo la falsedad de su discurso y que son más de lo mismo, por la sencilla razón que son los mismos de siempre.

Y bien se sabe que cuando se hace lo mismo, de manera repetida, se obtienen los mismos e idénticos resultados, que en este caso, se traducirán en la derrota en las urnas, a pesar que intenten vender el viejo cuento que sucederá lo mismo que ocurrió hace algún tiempo con una golosina que todo mundo creía de fácil digestión.

No se confundan: no pasan dos veces las mismas aguas por el río, ni cae en dos oportunidades el rayo en el mismo lugar, ni consigue en dos ocasiones, el burro tocar idéntica tonada en la flauta.

Seguimos pendientes…

Dios, Patria y Libertad

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