El espionaje en el Vaticano es real
Jueves 18 de abril de 2024
Más cuervitos en el Vaticano: filtraciones desde San Pedro
Desde hace algún tiempo la gendarmería vaticana investigaba filtraciones, principalmente relativas a la Fabbrica y a la Basílica de San Pedro (pero también al Vicariato) en beneficio -principalmente- de un blog de cotilleos vaticanos.
Se nos había confirmado que Mons. Mauro N. y los funcionarios Antonio G. y Patrizio M. (secretario de un alto prelado de la Basílica) habían sido detenidos, y que sus ordenadores y teléfonos móviles (que habían sido precintados) también habían sido incautados para la investigación.
También tenemos entendido que uno de ellos fue detenido durante unas horas.
Todo esto es también consecuencia de un clima especialmente tenso desde que el Card. Gambetti sustituyó al Card. Comastri como Arcipreste de la Basílica Vaticana.
MiL se ha ocupado también del «comisariato» del Capítulo de los Canónigos Vaticanos, de la prohibición de Misas privadas en la Basílica (incluidas muchas Tradicionales, y obviamente las de los Canónigos) con sustitución obligatoria de la concelebración, y son muchas las quejas sobre el deterioro del estado de limpieza y orden dentro de la propia Basílica.
Constatamos, con gran dolor, que el clima norcoreano en la Curia vaticana es cada vez peor.
Nuestras fuentes nos dicen que, a estas alturas, cada funcionario vaticano tiene un teléfono móvil doble y que en los Palacios Sagrados se cuida mucho el uso del correo electrónico, whatsapp, telegram y el contenido de las conversaciones telefónicas privadas. También se habla del uso habitual de ‘micrófonos ocultos’ para interceptaciones ambientales. Por ello, muchas conversaciones «privadas», para limitar el riesgo de escuchas, se llevan a cabo fuera de las oficinas y en los bares de Borgo Pio.
Controles y precauciones similares tienen lugar también en la Casa Santa Marta. Nuestras fuentes confirman también que un alto cargo de la Vicaría ha sido de hecho degradado a causa de las confidencias que su asistenta hizo a Francisco (directamente o a través de un intermediario) sobre comentarios privados del sujeto acerca del Santo Padre.
Parece ser, hoy en el Vaticano, como en la película ‘La vida de los otros’, sobre la Alemania del Este antes de la caída del muro de Berlín, una vida de controles y escuchas, para tenerlo todo controlado
