La impostura de Bergoglio en el Triduo Pascual
Miércoles 3 de abril de 2024
Por José Arturo Quarracino
En sus homilías como verdadero pontífice -constructor de puentes-, Benedicto XVI nos ponía siempre en presencia de Nuestro Señor Jesucristo resucitado, nos llevaba a encontrarnos con El.
Lo inverso acontece con el Obispo de Roma, que habla de un Jesús que solo existe en su imaginación y en casi todos los casos lo deja de lado, para hablar de psicología o de terapia espiritual.
A) La impostura pascual bergogliana
En estos días que son de recogimiento y piedad, para acompañar la semana de Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, no tenia pensado escribir nada que no tuviera relación con esta magna semana, es decir, dejar de lado los análisis críticos para otro momento.
Pero parece que el actual Pontífice insiste en su camino heterodoxo también en estos días, pero en una forma muy burda y banal, presentando a Cristo como un psicólogo o un terapeuta “dulce”, “cariñoso” y “comprensivo”, casi mudo.
Como escribimos en su momento, casi inmediatamente después del fallecimiento de Benedicto XVI el 31 de diciembre de 2022 el actual Obispo de Roma comenzó a desplazar a Jesucristo del centro de la vida de la Iglesia, mediante una farisaica y jesuítica tergiversación de las palabras de Nuestro Señor contenidas en los Evangelios, haciendo una interpretación de las mismas que no se corresponden con los textos sagrados.
Un sutil golpe de Estado contra la Cabeza de la Iglesia, porque no lo ha expulsado, sino que deforma sus palabras o lo pone a un costado.
Prueba de estas imposturas son las homilías que pronunció este Jueves Santo, tanto en la Misa Crismal -con los sacerdotes, obispos y cardenales de Roma- como en Misa de la Ultima Cena del Señor, con mujeres presas en una cárcel romana.
En el primer caso, don Jorge Mario dedicó casi toda la homilía al tema de… la compunción sacerdotal, cuando en realidad el texto de Lc 4, 16-21 habla de la unción de Jesucristo por parte del Espíritu Santo (citando el pasaje de Is 61, 1-3a).
Prácticamente no dice nada del pasaje evangélico leído, sino que se remite a la discusión posterior de Jesús con los fariseos y a su intento de linchamiento, y luego pasa a hablar de las negaciones de Pedro, a sus expectativas políticas mesiánicas, para terminar hablando del dialogo de Nuestro Señor con Pedro al final del evangelio joánico.
Más que una reflexión exegética, esta interpretación bergogliana parece una “reflexión” hecha con una mezcladora de palabras o de textos dispersos, una libre interpretación sin ningún tipo de rigor.
Pero nada de nada de las palabras del mismo Jesucristo, porque en realidad la homilía es más bien un texto de terapia “espiritual y psicológica” para sacerdotes y clérigos.
En el segundo caso, en la Misa vespertina en la cárcel de Rebibbia (Roma), el texto bíblico leído es el anuncio de la traición de Judas Iscariote y el posterior lavado de los pies por parte de Jesús a los discípulos (Jn 13, 1-5).
Pero en su homilía, brevísima, aludiendo a la traición de uno de sus apóstoles, don Jorge Mario dice solamente que “Jesús perdona todo, Jesús perdona siempre. Solamente pide que pidamos el perdón”.
Y después pasa a la anécdota de una viejita que le dijo una vez que “Jesús no se cansa jamás de perdonar: somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón”.
Para Bergoglio, Nuestro Señor no pide que nos convirtamos, no pide que lo sigamos, no pide que carguemos una cruz para seguirlo, no pide que vivamos una vida ejemplar, no pide que demos la vida por los demás.
El “Jesús” de Bergoglio es un psicólogo, solo pide que pidamos el perdón (????). En rigor de verdad, lo del pontífice argentino no son homilías, sino estafas litúrgicas.
B) La piedad cristológica de Benedicto XVI
Pero gracias a Dios tenemos a la mano las homilías que pronunció Benedicto XVI en el último Triduo Pascual que celebró como Papa activo, en abril de 2012.
En esos textos el añorado Pontífice pone a Jesucristo en el centro de sus reflexiones, resaltando tanto los hechos históricos como la realidad presente y operante del Resucitado en la vida de la Iglesia y de cada creyente.
A través de sus palabras y sus reflexiones hace presente a Cristo, resaltando que “la configuración con Cristo es el presupuesto y la base de toda renovación” en la vida de la fe, y que el verdadero anuncio cristiano es el que hace presente a Jesucristo, para que el testimonio sea creíble.
Para poder celebrar dignamente esta Pascua 2024, vayamos entonces al encuentro de las palabras de Benedicto XVI, que como auténtico y verdadero Pontífice nos permite encontrarnos frente a Nuestro Señor Resucitado.
1) Benedicto XVI, Homilía en la Santa Misa Crismal, jueves 5 de abril de 2012
2) Benedicto XVI, Homilía en la Santa Misa de la Cena del Señor, jueves 5 de abril de 2012
3) Benedicto XVI, Homilía en la Santa Misa de la Vigilia Pascual, sábado 7 de abril de 2012