Directrices del Cielo sobre la Eucaristía

Domingo 4 de febrero de 2024

ARRODILLAOS ANTE VUESTRO DIOS
«Hijos Míos, arrodillaos ante vuestro Dios en la Eucaristía. No os mantengáis de pie como hacéis en los salones de reuniones, sino arrodillaos y dadle a El un amor justo y debida observación de honor (adoración y Fe).»
– Nuestra Señora, 14 de julio 1979

HONOR
«Todo honor deberá ser dado a Mi Hijo en la Eucaristía.  El hombre deberá arrodillarse (para adorarle).  La Casa de Mi Hijo es la Casa de Dios y una casa de oración, y no deberá ser convertida en un salón de reuniones.»
– Nuestra Señora, 25 de julio 1979

RECIBID LA EUCARISTÍA DIARIAMENTE
«Recibid la Eucaristía diariamente.  Os llego a vosotros; Yo estoy con vosotros.  Es Mi Cuerpo y Mi Sangre.  Aquel que se mantiene con la Hostia, vivirá eternamente.» 
 – Jesus, 4 de agosto 1979

UNA QUIETUD
«Debe regresar una quietud a la Casa de Dios.  Venís a comunicaros, hijos Míos, en espíritu y en cuerpo con Mi Hijo, Quien está con vosotros en vuestra Eucaristía, en Espíritu y Cuerpo, una verdadera Presencia física.  Ahora muchos saqueando Su Cuerpo. ¿Cuántos se han propuesto solazarlo en el mal que está ahora alrededor del mundo?»
– Nuestra Señora, 22 marzo 1975

UNIRÉIS VUESTRAS MANOS
«Hija Mía, Me repito: al comienzo de la Consagración del Santo Sacrificio de la Misa, uniréis vuestras manos y permaneceréis así hasta que todos hayan recibido el Cuerpo y la Sangre de Mi Amado Hijo, con respeto y en adoración.»  
– Nuestra Señora, 18 de mayo 1977

PURIFICADO
«Cuando un hombre ha pasado el umbral y se ha permitido a sí mismo caer en pecado mortal tiene,  que ser purificado por la regla de la  penitencia y la confesión.  ¡Qué clase de maldad está siendo establecida ahora sobre la humanidad que lo obliga a perder su alma al rechazar los Sacramentos, ya no confesándose con su confesor, sino viniendo a recibir a Mi Hijo en sacrificio, mientras su alma es profanada por el pecado de naturaleza mortal!» 
– Nuestra Señora, 7 de septiembre 1976

PAN DE VIDA
«Os dejé con el Pan de Vida;  Me entregué a vosotros.  Siempre estoy entre vosotros en los tabernáculos de vuestro mundo.  Ningún hombre entrará al Reino a menos que coma del Pan de Vida.»
– Jesus, 26 de mayo 1976

NO MASTICAREIS
«¡No masticareis a Mi Hijo!  ¡No lo profanareis!  ¡No destrozareis Su imagen!  ¡Vosotros Le daréis el honor que se le debe a vuestro Dios!» 
– Nuestra Señora, 8 de junio 1974

LLORAD CON MI HIJO
«La mayor fortaleza para vosotros, hijos Míos, es permanecer con Mi Hijo por medio de los tabernáculos de vuestro mundo.  Id a ellos, hijos Míos, mientras todavía podáis, porque vendrá el día cuando estarán cerrados para vosotros. Llorad con Mi Hijo,  rezad con Él, porque vosotros sostenéis la balanza para la destrucción o la salvación de la humanidad.» 
– Nuestra Señora, 17 de abril 1976

ELÍXIR DE AMOR
«Menos y menos honor es dado a Mi Hijo en la Eucaristía.  ¿Es que no Lo amaréis?  Mostrad y actuad según vuestro amor, al consolar a Mi Hijo en los tabernáculos del mundo.  Visitadlo más a menudo, porque El se siente solo en Su Casa.  Gracias en abundancia serán dadas a todos los que buscan a Mi Hijo en la Eucaristía.
    «Apresuraos.  Reparadle a los tabernáculos del mundo, hijos Míos, mientras las puertas de las Casas de Mi Hijo, Su Iglesia sobre la tierra, todavía estén abiertas para vosotros.  Muchos países serán privados de esta gran fuente de gracia, y habrá mucha angustia de corazón.  Aceptad este elíxir de amor, hijos Míos–el Pan de la Vida, la Eucaristía.» 
– Nuestra Señora, 20 de noviembre 1979

LA VERDADERA BASE DE LA CASA DE JESÚS
«Recordad que el corazón y la verdadera base de la Casa de Jesús es la Eucaristía, que recibís en la Santa Comunión.  ¡Ay del día, hija Mía, cuando aún ésto os será negado!» 
– Nuestra Señora, 15 de junio 1974

REMOVIDOS
«Mi Hijo está siempre presente en la Eucaristía y los tabernáculos del mundo. Si continuáis sobre vuestro curso actual, estos tabernáculos os serán removidos de entre vosotros.  Rezad, rezad mucho para que recibáis la Luz de conocer el camino que está siendo pavimentado para vuestra nación y el mundo.» 
– Nuestra Señora, 7 de septiembre 1974

REFUGIO
«Hija Mía, éste es Mi Hijo.  Le pedimos a toda la humanidad que salve su alma eterna, su alma inmortal, en la Sangre, las Llagas de Mi Hijo.
    “Los tabernáculos del mundo serán vuestro refugio.  Venid a Mi Hijo.  El os alimentará con Su Cuerpo.  A menos que comáis de este Pan de vida no podréis ser salvados, tan grandes son las fuerzas del mal que están sueltas sobre vuestro mundo.»
– Nuestra Señora, 15 de julio 1975