Opinión

Al amigo Libo no le importa la ciudadanía

Spread the love

Viernes 6 de octubre de 2023

Desde que era priista Liborio Vidal demostró que pasar por encima de la ciudadanía lo tiene sin cuidado. Los sucesos de Valladolid de los años noventa, así lo indican.

Tras ser nombrado secretario de educación, ha confirmado sus tendencias, aceptando un cargo para el que es evidente que no es apto, por no contar con el perfil académico necesario. Ello constituye una afrenta para todos los profesores que deben aprobar una serie de requisitos de orden académico.

Como empresario, sobran testimonios de gente que se queja de los salarios que se pagan en su empresa y de las condiciones de moderna esclavitud que en ella privan.

Pero no conforme con eso, el vallisoletano, ebrio de prepotencia, no vacila en pasar por encima de los intereses de los meridianos, generando caos vial en la salida al periférico, cercana a su bodega.

De manera arbitraria y prepotente, Vidal Aguilar ha mandado poner conos, para garantizar que la afluencia vehicular no entorpezca las maniobras de los trailers que descargan mercancía en su negocio.

Y si bien estamos de acuerdo, en que resulta conveniente cerciorarse que no se produzcan incidentes de vialidad, que pongan en riesgo la integridad física de ningún conductor, bien pueden las maniobras de carga y descarga verificarse en un horario que no represente perjuicios para los automovilistas, que transitan por la vía.

Todo se reduce a que la empresa del funcionario se ponga de acuerdo con los proveedores y realice el desembarque de productos en un horario adecuado. Es decir, que no sea de seis a siete y media de la mañana, ni entre la una y media a dos de la tarde.

La razón es muy sencilla: en esos horarios, muchísimos automovilistas se ven afectados, porque son las horas de entrada y salida de sus hijos de la escuela y es pertinente recordar que la mayoría de las escuelas de educación superior se encuentran ubicadas al norte de nuestra urbe.

Si Liborio Vidal tuviera un poco de sentido común y de vergüenza, mandaría quitar los conos y liberar la salida al periférico a la altura de Chichí Suárez, para no perjudicar a muchísimos meridanos obligados a transitar por esa vía.

Ahora entendemos porque nadie lo quiere. Ni en el PRI, ni en el PRD, ni en el Verde, ni en el PAN, ni en la SEGEY y mucho menos en su empresa.

Si así se porta como funcionario subordinado, no queremos ni imaginarnos como lo haría, si por desgracia llegase a gobernador. Dios no lo permita nunca.

Seguimos pendientes…

Dios, Patria y Libertad

Deja una respuesta