Historia

Juan Crisóstomo Cano y Cano, el héroe de la batalla de Chapultepec, olvidado por la historia de México

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Miércoles 13 de septiembre de 2023

Un día 12 de septiembre de 1847, comenzó la batalla entre mexicanos y norteamericanos -lucha que se reanudó después de los encuentros de ambos ejércitos en Padierna y Churubusco-, al no llegar a un acuerdo con el General Winfield Scott quien pidió un armisticio, argumentando que su tropa estaba muy cansada y que era tiempo de arreglar las cosas de manera amistosa y amable.

En este combate, también falleció un militar yucateco, de 32 años, llamado Juan Crisóstomo Cano y Cano, al que también se considera héroe de la Patria, quien junto con los cadetes, luchó con valentía, al grado de que los jefes militares del ejército estadounidense le rindieron honores en su funeral, por la manera tan fiera en que cayó abatido por las balas del enemigo.

La batalla del Castillo de Chapultepec

Al no prosperar las pláticas entre los mandos de ambos ejércitos, el comisionado Trist montó en cólera y decidió la reanudación de las hostilidades.

Las conversaciones se rompieron el 6 de septiembre. 48 horas después se reanudaron las hostilidades. Las tropas enemigas iniciaron el asalto, a la Casa Mata, edificio cercano al Molino del Rey, lugar donde creía el General Scott que había un arsenal de municiones, aunque todo era falso.

El día 8 de septiembre se inició la ofensiva en contra de las instalaciones del Molino del Rey, muriendo en la batalla con gran valentía, el General Antonio León y el Coronel Lucas Balderas, recibiendo apoyo tardío del General Juan Álvarez desde la Hacienda de Los Morales.

Vale la pena hacer notar la conducta y el valor de Margarito Suazo, oficial del Batallón Mina, cuando casi moribundo, salvó la bandera enredándola en su cintura. Esa bandera ensangrentada, es hoy día pieza de museo, que se encuentra a buen recaudo.

El General Winfield Scott ordenó el asalto al Castillo de Chapultepec aquel fatídico 13 de septiembre de 1847; la posición estaba defendida bajo el mando del General Nicolas Bravo con 832 soldados, reforzado por el Batallón de San Blas, al mando General Santiago Francisco Xicoténcatl.

Sabemos que Nicolás Bravo pidió refuerzos a Santa Anna, los cuales nunca llegaron. Solamente dos oficiales se presentaron ante el general, quien comentó: “le pedí cañones y me mando faroles”.

Puede considerarse a Cano como Niño Héroe Yucateco Honorario, ya que cayó en la batalla del Molino del Rey, luchando al mismo tiempo con los cadetes que defendieron la bandera, al grado de arrojarse uno de ellos, envuelto con el lábaro patrio, desde las alturas del Castillo de Chapultepec.

Cano y Cano de origen yucateco pasó gran parte de su vida estudiando en Europa donde se graduó con los más altos honores y regreso a nuestro México a servir a la patria.

Semblanza de Cano y Cano

Juan Crisóstomo Cano y Cano, sobrino por cierto de Andrés Quintana Roo, nació en Mérida, la de Yucatán, el 21 de febrero de 1815 y murió el 13 de septiembre, en la batalla contra los norteamericanos en el año de 1847.

El teniente coronel Juan Crisóstomo Cano y Cano,
a partir de los trece años cursó sus estudios en un colegio de Nueva York, dirigido por el francés Peugnet, un ex oficial del ejército napoleónico. Es en esa época que el joven Cano y Cano orientó su vocación a la milicia.

Tres años después, continúo sus estudios en el Colegio de Round Hill, para regresar a su natal Mérida en 1832 y obtener de su padre la autorización para estudiar la carrera de ingeniería militar en la Escuela Central de París, Francia, donde conoció al General Anastasio Bustamante.

Demostrando notables capacidades, Cano concluyó sus estudios, graduándose como Capitán de Ingenieros en el año de 1837.

Ese mismo año, decidió regresar a Yucatán, solo para continuar su viaje hacia Veracruz y posteriormente a la capital del país, donde ingreso en el cuerpo Nacional de Ingenieros.

Juan Crisóstomo Cano y Cano ganó gran reputación por su labor como militar, al participar en diversos combates y sofocar levantamientos.

De igual forma, es importante resaltar su trabajo como ingeniero, al encargarse de grandes obras como la del camino de Acapulco, las fortificaciones de la ciudad de México y la fortificación del castillo de Chapultepec, entre otras.

En 1846, para elegir nuevo presidente de la república se convocó a los representantes de cada departamento del país; correspondiendo a Cano y Cano ser uno de los representantes de Yucatán.

Igualmente, fue comisionado para tratar la reincorporación de Yucatán a la nación, después de que nuestra entidad se declarase independiente, el 1 de enero de 1846.

Cano y Cano decidió unirse al ejército mexicano, comandado por Nicolás Bravo y a pesar de que un gran número de integrantes de la tropa desertó, no rehuyó cumplir con honor su deber como patriota.

Fue así como el 13 de septiembre de 1847 durante la batalla de Chapultepec otorgó su vida en defensa de la Patria.

Una anécdota del valor del Coronel Cano, indica que en la batalla del 13 de septiembre, se enfrentó en combate a sable con el general norteamericano Ulises Grant, al que derrotó, alcanzando a herirle y solo la superioridad numérica de los norteamericanos, permitió al general invasor ponerse a salvo.

Posteriormente, cuando Grant vió el cadáver de nuestro coterráneo, se cuadró y rindió tributo, comentando que quien ahí yacía, lo derrotó lealmente en la lucha.

Honor y gloria a nuestros héroes.

Dios, Patria y Libertad

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