Domingo de la Divina Misericordia; Indulgencia Plenaria
Domingo 16 de abril de 2023
¿Qué hace la Iglesia para fomentar la celebración de la devoción a la Divina Misericordia en este día?
Entre otras cosas, ofrece una indulgencia plenaria:
Para que los fieles observen este día con intensa devoción, el mismo Sumo Pontífice [Juan Pablo II] estableció que este domingo fuera enriquecido con una indulgencia plenaria, como se explicará más adelante, para que los fieles reciban en gran abundancia el don de la consolación del Espíritu Santo.
De este modo, podrán fomentar un creciente amor a Dios y al prójimo, y después de haber obtenido el perdón de Dios, podrán a su vez ser persuadidos a mostrar un pronto perdón a sus hermanos.
Indulgencia plenaria, concedida en las condiciones acostumbradas (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) a los fieles que, en el segundo domingo de Pascua o domingo de la Divina Misericordia, en cualquier iglesia o capilla, con ánimo completamente desprendido del afecto por un pecado incluso venial, participen en las oraciones y devociones que se celebran en honor de la Divina Misericordia, o que, en presencia del Santísimo Sacramento expuesto o reservado en el sagrario, recen el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una devota oración al Señor Jesús misericordioso (por ej. g. «Jesús misericordioso, en ti confío»).
¿Qué es la imagen de la Divina Misericordia?
La imagen de la Divina Misericordia es una representación de Jesús basada en una visión que Santa Faustina tuvo en 1931. Se han hecho varias pinturas de esta imagen. El original, aunque no es el más popular hoy en día, se muestra arriba.
Una explicación básica de la imagen es:
Jesús aparece en la mayoría de las versiones levantando la mano derecha en señal de bendición y señalando con la mano izquierda sobre el pecho, del que manan dos rayos: uno rojo y otro blanco (translúcido).
Las representaciones suelen contener el mensaje «¡Jesús, confío en Ti!». (en polaco: Jezu ufam Tobie).
Los rayos que salen tienen un significado simbólico: el rojo por la sangre de Jesús (que es la Vida de las Almas), y el pálido por el agua (que justifica las almas) (del Diario – 299). Toda la imagen simboliza la caridad, el perdón y el amor a Dios, y se la conoce como la «Fuente de la Misericordia».
Según el diario de Santa Faustina, la imagen está basada en su visión de Jesús de 1931
¿Qué es la Coronilla de la Divina Misericordia?
La Coronilla de la Divina Misericordia es un conjunto de oraciones que forman parte de la devoción a la Divina Misericordia.
Suelen rezarse utilizando un juego estándar de cuentas del Rosario, a menudo a las 3 de la tarde (la hora de la muerte de Jesús), pero con un conjunto de oraciones diferente al utilizado en el Rosario Mariano.
¿Cómo se relaciona la Devoción de la Divina Misericordia con las Lecturas de las Escrituras para el Segundo Domingo de Pascua?
La imagen de la Divina Misericordia representa a Jesús en el momento en que se aparece a los discípulos en el Cenáculo, después de la Resurrección, cuando les da el poder de perdonar o retener los pecados.
Este momento se registra en Juan 20:19-31, que es la lectura del Evangelio para este domingo en los tres ciclos litúrgicos dominicales anuales (A, B y C).
Esta lectura se sitúa en este día porque incluye la aparición de Jesús al apóstol Tomás (en la que Jesús le invita a tocar sus llagas). Este acontecimiento ocurrió el octavo día después de la Resurrección (Jn 20,26), por lo que se utiliza en la liturgia ocho días después de Pascua.
(Sin embargo, también incluye la aparición de Jesús a los discípulos en la tarde de Pascua, una semana antes, en la que les dio poder para perdonar o retener los pecados).
¿Cómo facultó Jesús a los apóstoles para perdonar o retener los pecados?
Esa parte del texto dice:
[21] Jesús les dijo otra vez: «Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo los envío a ustedes».
[22] Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo.
[23] A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
Así les dio un poder especial con el Espíritu Santo para perdonar o retener los pecados.
¿Cómo se relaciona esto con el Sacramento de la Confesión?
Se relaciona directamente con él. Jesús facultó a los apóstoles (y a sus sucesores en el ministerio) con el Espíritu Santo para perdonar o retener (no perdonar) los pecados.
Debido a que están facultados con el Espíritu de Dios para hacer esto, su administración del perdón es eficaz; realmente elimina el pecado en lugar de ser sólo un símbolo del perdón que se cree que una persona ya ha obtenido.
Debido a que se les ordena perdonar o retener, deben discernir qué deben hacer. Esto significa que necesitan saber sobre el pecado y si estamos verdaderamente arrepentidos de él. En consecuencia, debemos hablarles del pecado y de nuestro dolor por él. De ahí, debe recurrirse a la confesión.