Deportes

Crónicas desde el burladero

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Lunes 27 de febrero de 2023

Por Alberto Pérez Palma

Cuarta corrida de la temporada. Tres cuartos de entrada. Toros de Marrón, bien presentados en general y de los que destacaron 2o. y 4o por su calidad.

Una tarde muy meridana acogió al respetable que acudió con puntualidad a la denominada la penúltima de la temporada: buen ambiente y el público disfrutó y reconoció a los alternantes.

Diego Ventura. – Silencio y dos orejas
Ernesto Javier «Calita”. – Palmas y oreja 
Arturo Gilio. –  Palmas y palmas

El caballista Diego Ventura con dos orejas y Ernesto Javier «Calita» con una, se erigieron triunfadores. Arturo Gilio dejo un buen sabor de boca en su presentación en el Coso de reforma.

Una tarde donde la entrega de los alternantes, superó por mucho a los astados de Marrón, los tres vinieron a refrendar el porqué de sus triunfos en la cuarta corrida de la temporada en la Monumental Plaza de Toros Mérida, tarde en la que predominó el profesionalismo y entrega de los coletas.

Los astados con buena presencia y con kilaje promedio de 498.33 kgs, que aparentaban ser más “Slim Fit”, que en términos de moda significa: “Es el corte estrecho o entallado. El pecho se ajusta y el tronco se acorta”.

El espada Yucateco Michelito Lagravere saltó como espontaneo en el segundo de la tarde, solicitando una oportunidad, aunque el público le aplaudió, igual se escuchó el cometario y al final de la corrida, aficionados nos dejaron saber su sentir que en una penúltima tarde, ya con el cartel para la última corrida de la temporada, no era el momento ni la forma, ahí quedará para la historia del Coso de Reforma.

Emotivo brindis en el segundo de su lote por parte del Matador Ernesto Javier Calita, al niño de nombre “Diego” que se encontraba en la barrera en compañía de sus padres.

Calita agradeció su presencia y reconoció su gusto por la fiesta, que gracias a él (a los niños) la fiesta tiene futuro: “Te quiero mucho Diego, Va por ti”.

Al final de la faena, lo invitó a dar la vuelta al ruedo, Diego sostuvo la oreja, la que sostenía con elegancia y responsabilidad.

Saludaron en el tercio los banderilleros Daniel Cauich y Genaro Suárez en el quinto, tras buenos pares de banderillas.
 

Diego Ventura, que llegaba “lesionado” demostró primeramente respeto a la Plaza y entrega, demostró con “Sinvergüenzón” un cárdeno claro de 530 Kgs., cualidades como caballista de alta escuela y torero, que toreó prácticamente en el centro del ruedo y recorriendo de burladero a puerta de cuadrillas para quebrar en el último momento, tocando el pecho de su jaca con el testuz del astado.

“Sinvergüenzón” tenía recorrido y embestida, lo que le permitió a Diego torear, con los costados y con la penca del rabo; a la distancia citaba y el astado respondía, dejando en un palmo tres cortas al violín, para luego concluir con tres girasoles, la faena ya estaba hecha, merecedora justamente de un apéndice y al primer intento en la suerte suprema, certero rejonazo con efectos inmediatos, que la valió la segunda oreja.

Con “Panucho” de 500 Kgs, un astado que inició con fijeza y embestida, lo que Diego supo aprovechar y comenzar a tejer la faena, misma que quedó en el intento, ya que el astado en el segundo tercio se apagó.

Diego cabalgó y a base de tesón y experiencia le sacaba recorrido, lo que aprovechaba para torear de costado, dejando al violín dos buenas banderillas, con “Bronce» su caballo estelar.

En la suerte suprema no corrió con suerte, fallando en el primer intento.

Ernesto Javier «Calita», aprovechó las cualidades de “Mondongo” de 475 Kgs, tejió una faena de insistencia e inteligencia, movía la mano a media altura, prácticamente obligando la embestida, se metía entre los pitones, sin quitar la muleta, y así sacó largos naturales.

Con las pausas precisas y sin dejar de llamar al astado, varió al torear de rodillas y rematar con el de pecho, el público conectó y reconoció el valor de una faena de faje, al estar sin quitarse, esperar sin prisas, pero sin pausas, culminando con unas manoletinas perfectamente ejecutadas.

La suerte suprema certera y de efectos inmediatos, la petición de oreja fue unánime.

Con “Perlito” de 495 Kgs, fue la presentación del “Calita” en la Mérida, un astado con recorrido, que permitió demostrar las cualidades de Ernesto, que lo toreó al natural y por la derecha, siempre arriba del astado, sacando pases de donde podía, bajaba la muñeca prácticamente hasta tocar arena, para luego a media altura sacar el pase.

Fuerza le faltó al de Marrón, lo entendió “Calita” y sin prisa llegó hasta donde pudo, sin dejar de torear y pararse frente a los pitones, una faena que fue reconocida por los tendidos, pero en la suerte suprema falló hasta el segundo intento, yéndose la posibilidad de algo.

Arturo Gilio, lidió con el peor lote, un toro parado y uno con embestidas entrecortadas, en sus dos astados demostró templanza y valor.

Con “Peninsular” de 510 Kgs, mismo que fue el toro de su debut en la Plaza de Toros Mérida, se fajó y acortó distancias para sacar pases de un toro que no embestía, se paró a demostrar su estilo y formas, lo que fue reconocido por el público

Con “Alma Vieja” de 480 Kgs, con el que cerró plaza, fue de menos a más y con presencia y elegancia, toreó al natural y corría la derecha abriendo el compás, pasándose el astado, que a pesar de no tener una embestida cómoda, lo toreó a media altura, tejiendo tandas de mucho valor y mérito.

En la espada no estuvo atinado, dejando pasar la posibilidad de un apéndice.

Así la penúltima corrida de la temporada, una tarde agradable de toros, una tarde donde los tendidos salimos satisfechos y reconocimos a cada uno de los alterantes, que estuvieron muy por arriba de los de Marrón.

“Vinieron a torear y a entregarse”, eran los comentarios generales, un cartel que generó interés y logró ser del gusto de la afición.

Nos vemos en la última.

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