Los cobardes no pueden ser opositores
Lunes 19 de septiembre de 2022
Todo México se ha lanzado en contra de Alejandro Moreno Cárdenas, todavía presidente nacional del PRI, a raíz de la traición realizada contra la alianza opositora.
Realmente la conducta de Alito es digna de un canalla, de un felón, no obstante, no podía esperarse otra cosa diferente de alguien como él.
En honor a la verdad, el campechano se tardó más de lo esperado, pero para muchos, se trataba de una bola cantada.
Y es que el aún presidente nacional del PRI es un bocón, que habla mucho, pero que no pone el pellejo para sostener sus ideas, porque le faltan atributos masculinos.
Moreno Cárdenas ofreció la vida a cambio de la unidad de la alianza, en aras de defender los intereses de la patria y ya vimos como acabó.
Como los perros de raza indefinida (malixes les llamamos en Yucatán) a la primera dentellada, a la primera sangre, puso pies en polvorosa, en vez de trabar combate.
Y es que no se puede ser opositor cuando se es cobarde, cuando faltan pantalones y no se trae el corazón bien puesto.
Alejandro Moreno no solo tiene la cara deformada por el bótox, también tiene el alma distorsionada por su falta de valores, que lo han llevado a la deshonra y a ser la clase de bribón que es.
No le importó a Alejandro Moreno sumir a su partido en el descrédito, no le importó convertirse en la suripanta de MORENA, en otra meretriz lopezobradorista. Tampoco revistió importancia para él, condenar eventualmente al repudio público al tricolor y que esto, pudiera traducirse eventualmente en su desaparición.
No se puede ser opositor cuando se tiene el clóset repleto de esqueletos, no se puede ser opositor cuando se tiene la cara teñida de cinismo, tampoco se puede ser opositor cuando se tienen las manos manchadas de ilegalidad.
No se puede ser opositor cuando no se está dispuesto a arrostrar la crítica, la represión, la persecusión, inclusive la prisión y el martirio.
Fecundos ejemplos nos dieron los mártires de la Cristiada y los panistas fundadores, esos que a la distancia, miramos hoy como gigantes, esos seres mitológicos que algunos suponen extintos.
Por desgracia, Alejandro Moreno y otros dirigentes opositores, nos confirman que los mexicanos padecemos la opresión de un régimen tiránico, porque la oposición está infestada de enanos y de eunucos.
Quien pretenda ser opositor, deberá comulgar con la divisa que algunos ígnaros atribuyen indebidamente al dirigente madridista Ramón Calderón, al monarca espartano Leónidas, o al piloto nazi Hans Ulrich Rudel, pero que en la realidad pertenece al mártir y santo católico inglés, Tomás Moro, canciller de Enrique VIII, decapitado por negarse a apostatar: si luchamos, podemos perder, pero si no lo hacemos, estamos perdidos.
El futuro de la patria y nuestros hijos, bien vale cualquier tipo de sacrificio.
Seguimos pendientes…